Nuestro sistema inmunológico funge como una barrera protectora que se encarga de evitar que sustancias potencialmente dañinas ingresen al cuerpo. Además de ello, elimina y destruye aquellas amenazas que están en nuestro organismo y nos defiende de enfermedades y agentes infecciosos como bacterias, hongos, parásitos y virus que se encuentran en el medio ambiente.
De acuerdo con estudios clínicos, ciertos factores pueden influir negativamente en las funciones del sistema inmunológico, como son: el estrés crónico, el sedentarismo, la falta de sueño, la contaminación ambiental o las afecciones médicas que uno pueda tener.
“El sobrepeso u obesidad también pueden debilitar la respuesta del sistema inmunológico”
La desnutrición y en específico la deficiencia de zinc, selenio, hierro, cobre, ácido fólico y vitamina A, B6, C y E, han demostrado que influyen directamente sobre este sistema haciendo que la protección inmunológica que debe brindar sea menos efectiva de lo que es cuando tenemos estas vitaminas y minerales en los niveles adecuados.
La doctora Susan Bowerman, menciona que “el consumo de frutas y verduras es clave para el sistema inmunológico porque brinda una gran cantidad de vitaminas y fitonutrientes, mismos que ayudan a promover la salud ya que actúan como antioxidantes”.
¿Dónde encuentro estos nutrientes?
- Zinc: Pescados y mariscos, carnes, aves, nueces, productos lácteos
- Selenio: Arroz integral, fideos cocidos, pan integral
- Hierro: Carnes rojas magras, mariscos de concha, hígado, frutos secos, verduras de hoja verde
- Cobre: Legumbres, cereales integrales, frutos secos, hígado, vísceras, ciruelas y pasas.
- Ácido fólico: Verduras de hojas verdes, col de Bruselas, brócoli, aguacate, naranja, plátano, melón, guisantes, soja, garbanzos.
- Vitamina A: Lácteos, zanahoria, brócoli, col, espinacas, melón, albaricoque, mango, ternera, pollo, pavoy pescado
- Vitamina V6: Hígado, pollo, carnede cerdo, pescado, plátanos, papas, alubias secas, productos de grano integral.
- Vitamina C: Grosella negra, guayaba, perejil, brócoli, kiwi, pimiento rojo, bulbo de hinojo, p
- Vitamina E: Aceites vegetales de maíz(como los aceites de germen de trigo, girasol, cártamo, maíz y soya), nueces, almendras, cacahuates, avellanas, semillas de girasol, hortalizas de hoja verde.
Actualmente, la velocidad a la que vivimos nos lleva a tener poco tiempo para preparar y consumir alimentos de alta calidad nutrimental y por consiguiente a tener deficiencia de estos nutrientes, en este caso los productos complementarios o suplementos se vuelve una forma práctica y efectiva de garantizar que se satisfagan las necesidades nutricionales que necesita el sistema inmunológico para su funcionamiento, cualquiera que sea el suplemento que tomes asegúrate que contenga las vitaminas C, D y el zinc, principalmente.
El consumo de probióticos es igual de importante, ya que juega un papel fundamental en la salud intestinal y mantiene nuestras “bacterias buenas” mucho más activas, estas también forman parte de la defensa del sistema inmunológico.
La Asociación Americana de Dietética (ADA, por sus siglas en inglés) establece que, llevar una dieta equilibrada y saludable, es fundamental para tener un buen sistema inmune.
¿Cómo puedo ayudar a mi sistema inmunológico a protegerme? Llevando a cabo una alimentación balanceada, una correcta hidratación y suplementación, haciendo ejercicio y descansando las horas recomendadas para cada edad.
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