Durante el embarazo, es común que se presenten síntomas como náuseas, dolor de cabeza o malestar estomacal. Sin embargo, es importante estar atentos a cambios en la piel, ya que durante esta etapa el cuerpo está en un estado pro-alérgico, ocasionando que las patologías alérgicas se pueden exacerbar. En particular se puede desencadenar un primer brote de dermatitis atópica.
El eccema es la manifestación más común de este padecimiento y se presenta con mayor frecuencia en el primer embarazo. Las lesiones inician tempranamente, entre el primer y segundo trimestre, llegando a afectar todas las partes del cuerpo, incluyendo tronco, cara, palmas y plantas de los pies. Se origina por los cambios inmunológicos propios de la etapa, como las deficiencias de inmunidad celular.
La Dra. Norma Torres, gerente Médico de Inflamación e Inmunología de Pfizer, explica que la dermatitis atópica es una enfermedad multifactorial, que puede tener un componente genético y que se caracteriza por una alteración en la barrera cutánea con desregulación inmunológica que clínicamente resulta en un proceso inflamatorio de la piel asociado con eccema y prurito.
“Si bien los primeros brotes de dermatitis atópica suelen aparecer en la infancia, esta afección puede aparecer por primera vez o empeorar durante el embarazo en personas con antecedentes de la enfermedad. Ante cualquier cambio en la piel, hay que acercarse al médico para tomar medidas de inmediato”, agrega la Dra. Torres.
¿Qué hacer para manejar los brotes?
El primer paso es acudir al médico, ya que durante el embarazo es esencial controlar la enfermedad con un manejo tópico adecuado para evitar el uso de medicamentos sistémicos. Se aconseja usar tópicos de bajo grado de potencia y buscar la dosis mínima necesaria para el control.
De acuerdo con el Consenso mexicano para el diagnóstico y tratamiento de la dermatitis atópica en adolescentes y adultos, para las mujeres embarazadas con dermatitis atópica se sugiere:
- Dar continuidad al manejo tópico.
- Se pueden usar algunos medicamentos autorizados durante el embarazo, pero siempre bajo la responsabilidad del médico tratante.
- El uso de inmunosupresores sistémicos no se considera seguro para uso durante el embarazo dado que se han documentado efectos adversos.
Las medidas de higiene y cuidado son las primeras que hay que implementar ante un brote durante el embarazo. La Dra. Torres, nos comparte los siguientes consejos:
- Mantener la piel limpia. Se recomiendan baños cortos y evitar el agua muy caliente.
- Usar un dermolimpiador en aceite o barra.
- Evitar el uso de materiales que raspen la piel, como toalla, cepillo o esponjas.
- Secar muy bien la piel palpándola en lugar de frotarla.
- Hidratar inmediatamente después de bañarse para evitar la humedad, lo mejor es usar humectantes con emolientes.
- Siempre usar productos libres de fragancias.
- Cuidar la alimentación. Evitar algunos alimentos que en ocasiones se relacionan a una alergia, como mariscos, nueces, frutos secos y chocolate.
- Beber suficiente agua.
- Evitar situaciones estresantes.
Además del médico de seguimiento del embarazo, es importante acudir al dermatólogo oportunamente en caso de presentar lesiones en la piel. Esperar puede implicar la evolución del padecimiento o alguna complicación que en el largo plazo tendrá consecuencias en nuestra calidad de vida, apunta la Dra. Torres.