La salud auditiva, a menudo subestimada en comparación con otros aspectos de nuestro bienestar, juega un papel fundamental en nuestra calidad de vida general. Más allá de la capacidad de escuchar sonidos y comunicarnos eficientemente, este sentido tiene ramificaciones profundas en nuestra salud mental.
El oído es uno de los sentidos primarios y desempeña un papel crucial en nuestra interacción con el mundo. Desde la capacidad de comunicarnos con otros hasta disfrutar de la música, los sonidos de la naturaleza y las conversaciones cotidianas, la audición forma parte de las experiencias diarias y cuando se ve comprometida, este aspecto vital de nuestra existencia tiene resonancia en las emociones y bienestar mental.
La disminución auditiva es un tema de salud común; en México, aproximadamente 2.3 millones de personas padecen algún grado de hipoacusia, de las cuales más de 50% son mayores de 60 años, poco más de 34% tienen entre 30 y 59 años.
“Uno de los efectos más notables cuando existe una pérdida auditiva es el aislamiento social; las personas que presentan deterioro auditivo encuentran difícil participar en conversaciones grupales o seguir discusiones, lo que deriva en un sentimiento de exclusión”, señala Catalina Bulla, especialista audióloga de GAES México. “Además, repercute en estrés, ansiedad y depresión, afectando directamente el bienestar mental”, agrega.
El estrés como resultado de hipoacusia
Vivir con disminución auditiva implica un esfuerzo adicional para comprender y comunicarse en entornos ruidosos. La fatiga mental que surge de esta doble tarea puede contribuir al estrés crónico.
La tensión asociada con la adaptación constante para situaciones de escucha puede generar agotamiento emocional, repercutiendo directamente en la capacidad de hacer frente a los desafíos diarios, lo que puede agravar temas de salud mental preexistentes.
Su relación con la demencia
La presbiacusia, disminución de la escucha relacionada a la edad, es muy frecuente, afecta hasta 40% de la población mayor de 65 años. En el estudio ‘Hipoacusia y deterioro cognitivo en adultos mayores, observan una prevalencia mayor, tanto en la población sana (94%) como en los pacientes con demencia (90%). Adicionalmente, otro estudio describe que hasta un 9% de los casos de deterioro cognitivo están relacionados con hipoacusia.
La falta de estimulación sonora puede contribuir a la degeneración cognitiva al reducir la actividad cerebral asociada con la interpretación de sonidos. Este vínculo subraya la importancia de abordar los problemas auditivos por su impacto inmediato en la calidad de vida, y también por su papel potencial en la salud mental a largo plazo.
El bienestar del sentido de escucha merece atención temprana para detectar y abordar cualquier disminución de manera oportuna. La tecnología actual, como los amplificadores y otros dispositivos auditivos, ha avanzado significativamente brindando soluciones efectivas y discretas que aminoren los impactos negativos en la salud mental.
“Al priorizar la salud auditiva a través de la prevención, la detección temprana y el tratamiento adecuado, podemos mejorar la calidad de vida inmediata de las personas, así como proteger y promover su bienestar mental a largo plazo”, finaliza la audióloga.
Si te interesa realizarte un chequeo auditivo puedes acudir a cualquiera de los centros de GAES México, es gratuito. Entra a la página www.gaes.com.mx para conocer más detalles.