A pesar de los notables avances logrados en las últimas décadas, todavía es muy reducido el número global de investigadoras mujeres en el campo de las ciencias. En julio de 2019 la tasa mundial promedio de investigadoras era de sólo 29,3%, de acuerdo a los datos entregados por el centro de estadísticas de la UNESCO.
El estudio señala que la participación de mujeres en el campo de las ciencias ha aumentado, pero la brecha de género persiste. Globalmente, sólo el 29.3% de los investigadores son mujeres y apenas el 3% reciben Premios Nobel en ciencias.
En el programa Ciencias, Ingeniería, Tecnología y Matemáticas (STEM por sus siglas en inglés), apenas el 35% de los estudiantes son mujeres. Aunque América Latina y el Caribe muestran paridad en la proporción de investigadores, ellas aún están subrepresentadas en los niveles superiores y en muchos campos STEM.
Los datos mencionados son parte del análisis realizado por la ONU Mujeres el año 2020, documento que también estudió la cantidad de empleos del futuro en STEM, que arroja que sólo el 22% de los profesionales en inteligencia artificial son mujeres, y el 12% en aprendizaje automatizado. La brecha de género podría ampliarse durante la Cuarta Revolución Industrial.
En México, 3 de cada 10 profesionistas que eligieron carreras relacionadas con STEM son mujeres. Además de las egresadas únicamente el 12% son empleadoras, apenas 1 por cada 7 hombres, lo cual implica una barrera a su desarrollo profesional, según datos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
“Hay múltiples factores que contribuyen a esta desigualdad, incluidos aspectos económicos, culturales y sociales. Desde etapas tempranas, las niñas enfrentan barreras de acceso y expectativas sociales que influyen en sus elecciones educativas y profesionales. Los prejuicios en la contratación y la promoción también persisten, y las mujeres tienden a dedicarse más a la docencia que a la investigación”, declaró Catalina Fernández, Program Manager The Ganesha Lab, aceleradora global de startups con base biotecnológica.
Aun considerando lo anterior, en los últimos años, el campo de la biotecnología ha experimentado un crecimiento exponencial en México. Entre 2012 y 2021 el número de mujeres profesionistas que estudiaron alguna carrera STEM aumentó un 42%, y en 2022 se registraron 494,753 que estudiaron algún programa relacionado a la ciencia y la tecnología, de acuerdo con IMCO.
“Este aumento demuestra que gran parte de este progreso se debe al talento y la dedicación de mujeres especialistas que lideran importantes avances en este sector y el apoyo de entidades educativas”, recalcó Fernández.
Casos de éxito
“Destacadas científicas, parte de portafolio de The Ganesha Lab, como Anastasia Gutkevich, CEO y fundadora de Bifidice, startup creadora de helados que combaten las alergias; o la mexicana Liza Velarde, CEO de Delee, cuyo dispositivo médico es capaz de predecir distintos tipos de cáncer a través de una muestra de sangre; han resaltado por su liderazgo y resiliencia a la hora de liderar proyectos con impacto positivo en la salud de las personas y el medioambiente”, agregó Catalina Fernández.
Sin embargo, dijo que a pesar de los logros alcanzados, las mujeres aún enfrentan desafíos significativos en el mundo de la ciencia y la tecnología. “La brecha de género persiste en representación, financiamiento y reconocimiento, lo que subraya la necesidad de promover la igualdad de oportunidades y el empoderamiento de las mujeres en el sector”, destacó.
A esto añadió que es fundamental que la sociedad reconozca y valore el importante papel de las mujeres en la ciencia y la tecnología, y que se promuevan políticas y programas que fomenten su participación y liderazgo en estos campos. Esto incluye la creación de entornos inclusivos, el acceso equitativo a recursos y oportunidades, así como el reconocimiento y la visibilidad de los logros de las mujeres científicas.