Organizaciones de la sociedad civil presentaron la Agenda Saludable 2024 – 2030 que pretende ser una herramienta para la incidencia pública y promover la atención y el control de las enfermedades no transmisibles (ENT) y de sus factores de riesgo (tabaquismo, consumo de alcohol, dietas malsanas, inactividad física y contaminación del aire), la cual será entregada a candidatas y candidatos y sus equipos técnicos.
La agenda saludable fue construida con aportaciones de adherentes a la Coalición México Salud-Hable. No es un documento académico, de o para investigadores, sino una herramienta de la sociedad civil apuntó Juan Núñez, coordinador de la coalición.
En su momento, se buscará trabajar con el equipo de transición de la fuerza política que resulte ganadora para que considere las estrategias y medidas planteadas en este documento, a efecto de contribuir de manera efectiva a la reducción en 30% de la morbilidad por las ENT.
¿Qué buscan con esta agenda?
“Impulsar el acceso a servicios de salud de calidad” y “Lograr la participación de las personas que viven con enfermedades no transmisibles y sus cuidadoras”, son algunas de las propuestas de Alma Ortiz Pellón, subdirectora de la Asociación Mexicana de Lucha contra el Cáncer. Ello implica un conjunto de medidas de entre las que sobresalen el incremento y “blindaje” del presupuesto público destinado a salud, el refuerzo de la educación en salud con énfasis en la prevención y la detección temprana de la enfermedad, tanto para el personal sanitario como para la población en general, la institucionalización efectiva de la voz de los pacientes en los diferentes espacios de la política pública; y el reconocimiento y valorización del servicio que al sistema de salud le ofrecen los cuidadores.
Destacó temas importantes que se abordan en la agenda como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, la fibrosis pulmonar, la apnea del sueño y la hipertensión pulmonar, pero también el asma, frecuente pero soslayada pues con tratamiento adecuado puede controlarse. Entre sus factores de riesgo destacan el tabaquismo, la exposición al humo de leña o carbón y la contaminación del aire.
Otro factor de riesgo es el consumo de alcohol, causante de graves enfermedades y precipitador de accidentes de tránsito, suicidios, lesiones, violencia personal y familiar, sin descartar los homicidios; el alcohol causa ausentismo y bajo rendimiento en el ámbito laboral y en el medio escolar tiene que ver con la experimentación temprana de jóvenes y aun de niños.
Por su parte, Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor resaltó “Las principales causas de muerte, actualmente, son las enfermedades crónicas no transmisibles provocadas, principalmente, por el consumo de ultraprocesados y bebidas endulzadas, el tabaco y el alcohol, los llamados determinantes comerciales de la salud. No puede existir una política de salud pública eficiente sin regular estos productos, sin regular las prácticas de las corporaciones que inducen a su consumo. No existe sistema de salud que pueda enfrentar estos daños, debe reducirse su consumo enfrentando los intereses corporativos”.
Sobre la importancia de darle seguimiento a las políticas exitosas Doré Castillo, Directora de Salud Crítica, señaló que: “La decisión de actuar para prevenir las enfermedades no transmisibles es respaldada y acompañada por las organizaciones de la sociedad civil, por expertas y expertos nacionales e internacionales, así como por la evidencia de su costo-efectividad. Ejemplo de ello han sido las medidas de salud alimentaria adoptadas en México para contribuir en esta dirección, como el impuesto a bebidas azucaradas, el etiquetado frontal de advertencia y la prohibición de las grasas trans. Es fundamental que la siguiente administración mantenga y profundice esta trayectoria de logros en salud, con especial énfasis en la protección de niñas, niños y adolescentes”.
Al finalizar el Doctor Rafael Camacho Solís, fundador de la Alianza contra el Tabaco (ACTA) comentó sobre las ENT que su tratamiento y control, representa el mayor costo para las personas, sus familias, las instituciones y la sociedad. Muchas de tales enfermedades pueden evitarse y retrasar con cambios de comportamiento y de estilos de vida.
“Para recuperar la salud, se necesita acceso universal y gratuito a servicios médicos, de laboratorio y gabinete indispensables; tener diagnóstico oportuno y acertado, recibir el tratamiento adecuado y medicamentos seguros y eficaces. Tener una rehabilitación efectiva, con calidad y calidez. Para eso necesitamos capital humano bien formado, actualizado, con seguridad laboral y satisfecho con sus ingresos y desempeño. Que cuente con equipo funcional, vigente, insumos y medicamentos. Todo ello requiere ir incrementando de manera progresiva y gradual el presupuesto destinado a salud hasta alcanzar 6% del PIB, recomendado por la OMS, y esto se puede obtener con el incremento del IEPS a productos nocivos a la salud con el beneficio de reducir su consumo (alcohol, tabaco, comida malsana y bebidas azucaradas) o dañinos al medio ambiente y a su vez incrementar la recaudación, que desaliente su consumo y procure su abandono”, finalizó el Dr. Camacho.
Fotos: Cortesía y especial