En torno al consumo de proteína animal, existen diversos mitos y realidades que generan confusión entre las personas que buscan llevar un estilo de vida nutricional y balanceado.
La Secretaría de Salud indica que, para entender cómo funcionan los nutrientes en nuestro cuerpo, es significativo conocer qué alimentos son buenos para nosotros. La mejor dieta es aquella que se adapta a nuestras necesidades individuales, incluyendo nuestros hábitos alimenticios, gustos, edad, salud, actividad física y estilo de vida. Por ello, es esencial contar con el acompañamiento profesional siempre que sea posible, especialmente para obtener los mayores resultados que promuevan nuestra salud.
Existe confusión sobre los beneficios que las proteínas brindan, ya que la información disponible en diversos medios como internet o redes sociales podrían generar malentendidos, sobre las cantidades o los daños que pueden provocar ciertos alimentos, por ello es importante que la fuente sea confiable.
Te mencionamos algunos mitos y realidades del consumo de proteínas animales:
La proteína aumenta el peso: ciertos alimentos pueden influir en la ganancia o pérdida de peso según las porciones y el equilibrio general de la alimentación. Muchas personas que desean aumentar su masa muscular recurren a diversas fuentes proteicas a través del ejercicio o deportes específicos.
Por otro lado, quienes buscan mantener un peso saludable suelen incluir alimentos como carne, huevos y lácteos en su plan alimentario. Para obtener resultados óptimos, es fundamental seguir las recomendaciones de un profesional de la nutrición.
Provoca enfermedades del corazón: el consumo excesivo de carnes rojas y procesadas muchas veces están asociadas con un mayor riesgo de enfermedades cardíacas debido a su contenido de grasas saturadas y colesterol. Sin embargo, alimentos como el pollo, el pescado y el huevo son opciones que tienen un menor índice de grasas saturadas, por ejemplo, se ha demostrado que el huevo contiene HDL y lecitina, una sustancia que ayuda a prevenir que el colesterol LDL se deposite en las paredes de las arterias, lo que lo convierte en una opción segura dentro de una comida cardiosaludable.
La carne roja es dañina: existe un estigma asociado al consumo de carne roja, es relevante destacar que ciertos tipos de nutrientes, como la carne de cerdo, que a menudo es la menos valorada en comparación con otras fuentes. Sin embargo, la carne de cerdo es rica en grasas monoinsaturadas, que aumentan el colesterol HDL (considerado bueno para la salud).
Se recomienda incluir ciertos cortes de cerdo en nuestro menú hasta tres veces a la semana, a menos que haya alguna indicación médica específica que lo contradiga.
Alta en colesterol: algunas personas pueden preocuparse por el alto contenido de colesterol en ciertos cortes de carne o en el huevo. Sin embargo, se ha demostrado que la yema contiene colesterol HDL, considerado beneficioso para el organismo. Además, la carne de cerdo ofrece varios cortes magros con bajos niveles de grasa, lo que permite que cualquier persona pueda consumirla y mantenga una alimentación saludable si es combinada con otros alimentos.
Antes de eliminar alimentos de nuestro plan de comidas es primordial considerar los beneficios y desventajas de su consumo, según las necesidades individuales y las recomendaciones de los profesionales de la salud. Es vital consumir una variedad de alimentos de forma regular y moderada, para mantener un equilibrio nutricional y obtener beneficios para la salud. Además, la versatilidad en la cocina de las diferentes proteínas animales las convierte en ingredientes ideales para una amplia gama de platillos.
Con información de Bachoco