minientrada ¿Para qué sirven los repelentes?

Los “vectores” son los mosquitos, garrapatas, moscas, ácaros y otros insectos que son capaces de transmitir enfermedades de una persona a otra.

Entre las enfermedades más frecuentes transmitidas por vectores están: la malaria, dengue, zika fiebre amarilla y chikungunya, estas enfermedades si no se tratan a tiempo pueden convertirse en enfermedades graves y, en algunos casos, causar la muerte.

Según datos de la Organización Panamericana de la Salud, una de cada dos personas vive en una zona de alto riesgo de transmisión. Estas zonas son todas aquellas con climas tropicales y subtropicales.

 

Tan solo en México se han confirmado en lo que va del año, alrededor de 10 casos de enfermedad por virus del zika y un caso confirmado de chikungunya.

Cuando un insecto se alimenta con sangre de una persona infectada y luego pica a otras personas, puede transmitir un virus, explicó la doctora Elizabeth Macías Barrera, especialista en medicina del viajero y Directora General de Vacunas y Visas en Viajes.

El uso correcto de repelentes es una manera de protegerse contra la picadura de los insectos. A mayor concentración mayor tiempo de protección y mejor permanencia

Para que sirvan como una barrera deben estar elaborados a base de ingredientes activos como DEET, Picaridin, también conocido como KBR 3013, Bayrepel e icaridin, aceite concentrado de limón y eucalipto (OLE) o Para-menthane-dio (PMD), IR3535.

Existen algunos ingredientes naturales que también pueden utilizarse como repelentes contra mosquitos, como: aceite de citronella, aceite de cedro, geranio, menta o aceite de soya.

Un repelente con base DEET al 30% ofrece arriba de 6 horas de protección y es adecuado para la mayoría de los casos en zonas de riesgo moderado.

Si no existe un riesgo excesivo o la permanencia a la intemperie es corta una concentración entre 12 y 20% es suficiente; por el contrario, si el riesgo es alto o el tiempo de permanencia es prolongado es mejor utilizar una concentración entre el 40 y el 60%.

Una forma de hacer más efectiva la acción de los repelentes para piel es complementarlos con el uso de un repelente para ropa, de ellos la permetrina es la sustancia más conocida, que se aplica en la superficie externa de ropa, calzado, bolsas de dormir y otros objetos para impedir que los insectos se acerquen.

Nunca se debe usar repelente en un bebé menor de dos meses y cerca de ojos, boca o piel irritada.

Además, es importante seguir las instrucciones de uso que se encuentran en el empaque, por ejemplo, nunca se deben aplicar directo a la piel de niños y bebés, sino que primero se debe rociar en la mano de un adulto y, posteriormente, untarlo en la piel del pequeño y en su ropa.

Conoce más en: www.vacunasyvisasenviajes.com y en los teléfonos 17948278 y 53600906.

 

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