Por Martha Oliva Hernández
La diferencia entre verse enferma y verse bien puede hacer la diferencia para que las pacientes con cáncer se apeguen a su tratamiento de radio o quimioterapia, cuyos efectos secundarios son visibles como la alopecia, pérdida de vello en cejas y pestañas, así como en despigmentación de la piel.
Esto es posible gracias al programa “Luzca bien… siéntase mejor”, una iniciativa de la Cámara Nacional de la Industria de Productos Cosméticos (CANIPEC) cuyo propósito es fortalecer el autoestima de las pacientes con cáncer, ayudándoles a mejorar su imagen y continuar con su tratamiento oncológico con mayor confianza.
Este programa nació en Estados Unidos, gracias a la iniciativa de la fundación de la Personal Care Products Council (PCPC), una cámara similar a la CANIPEC, el cual se ha implementado en 27 países y ha dado excelentes resultados entre las pacientes con cáncer.
“En México, la CANIPEC inició la labor de informar a la población sobre la detección oportuna y prevención de algunos tipos de cáncer, pero nos dimos cuenta que faltaba un eslabón que era el acompañamiento a las pacientes en tratamiento. En 2013 se firmó un convenio con la PCPC e iniciaron los talleres de onco-estética en diversos hospitales en donde además de dar kits rosas se da asesoría de imagen”, señala Giselle Segovia, directora de Relaciones Públicas, Responsabilidad Social y Comunicación de CANIPEC.
En los seis años que lleva esta iniciativa, se han beneficiado a 1,800 pacientes con cáncer de mama, cuello de útero, pulmón o de tiroides del Instituto Nacional de Cancerología (INCan), del Centro Médico Nacional “La Raza”, del Hospital Regional Zaragoza del ISSSTE, de un hospital de Los Mochis, Sinaloa; de un nosocomio de Querétaro y próximamente en un hospital de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.
“Las pacientes que asisten a los talleres experimentan un cambio de 180 grados, gracias a la asesoría de las especialistas. Se les dota de 12 o 15 productos enfocados al cuidado de la piel, así como productos cosméticos que resaltan la belleza de las personas”, indica Giselle Segovia.
Apunta que el programa de ha diversificado, por ejemplo: en Colombia, el asesoramiento incluye a hombres y niños con cáncer quienes han cambiado su perspectiva sobre su apariencia y se han apegado a su tratamiento farmacológico de mejor manera.
Los hospitales que cuenten con grupos de ayuda para pacientes pueden solicitar esta asesoría, determinando la periodicidad de los talleres, de acuerdo a las necesidades de cada centro hospitalario, por ejemplo, en el INCan, los talleres se realizan cada mes, independientemente de que se trate del mes de la lucha contra el cáncer de mama.
Por último, la directora de relaciones públicas de la CANIPEC señala que el mensaje clave es que las y los pacientes con cáncer no son expedientes, son seres humanos que deben ser tratados integralmente, darles las herramientas para que se eleve su autoestima, sin descuidar su tratamiento y recibir un acompañamiento emocional y estético, porque tan importante es la salud física como la emocional.