minientrada Nuevas terapias para enfermedad cardiovascular y renal

Las enfermedades cardiovasculares, renales y metabólicas (como la diabetes) ocasionan alrededor de 20 millones de decesos cada año; además de representar una fuerte carga económica al sistema de salud, representando el 80% de los gastos destinados para este fin.

Ante ello, especialistas de diferentes áreas médicas hicieron un llamado para que este conjunto de padecimientos sea considerado  como un problema que debe abordarse de forma integral.

Esto se discutió en el marco del Congreso Anual de Cardiología Internacional (CADECI), en donde se mencionó que los padecimientos cardiometabólicos forman parte de las enfermedades no transmisibles (ENT) que se caracterizan por ser de lenta progresión, larga duración y alta mortalidad, factor de riesgo para causar daño al corazón, riñones, vasos sanguíneos, ojos y nervios.

Se estima que de los 414 millones que padecen diabetes a nivel mundial, 41.1 millones viven en Latinoamérica. En México, la prevalencia es de 15.8%, la más alta entre los países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), en donde el promedio de las naciones miembro es de 7%, mientras que en Costa Rica es de (8.5%), Guatemala (7.5%), Panamá (9%), Honduras (7.2%), y en República Dominicana (9.3%).

La diabetes incrementa tres veces el riesgo de enfermedades cardiovasculares y falla renal, por lo que los pacientes deben ser tratados de manera integral, determinar si la persona sufre de algún otro padecimiento correlacionado, así como controlar su glucosa, los lípidos, la presión arterial y su peso.

De acuerdo con algunos análisis sobre el impacto económico de estas enfermedades, del uno al dos por ciento del presupuesto de atención médica se gasta en insuficiencia cardíaca en todo el mundo y es la principal causa de hospitalización para las personas mayores de 65 años y a menudo se complica al manejar enfermedades interrelacionadas, como la diabetes. Entre el 20 al 40% de los pacientes hospitalizados con insuficiencia cardíaca tienen diabetes.

Por su parte, el doctor  George L. Bakris, profesor de medicina del Centro Médico de la Universidad de Chicago, comentó que la diabetes es la causa más común de enfermedad renal en etapa terminal. “En los últimos 30 años se han desarrollado muchas terapias complementarias para lograr el control glucémico y tener un impacto positivo en el terreno cardiovascular.

Los resultados de ensayos clínicos recientes han demostrado un beneficio significativo de estas nuevas terapias, al reducir el riesgo de muerte por enfermedad renal y cardiovascular.  Con esto podemos decir que el manejo de la enfermedad renal en pacientes con diabetes tipo 2 puede estar entrando en una nueva era, y refuerza el abordaje integral que debemos pensar para lograr un impacto significativo en estas enfermedades”, apuntó.

Finalmente, el doctor Alberto Hegewisch, director médico de AstraZeneca en México, señaló que “a medida que la ciencia va descubriendo la interrelación entre los padecimientos cardiovascular, renal y metabólicos, buscamos atender esta necesidad de forma holística.  Parte de nuestro compromiso es contribuir para cambiar el curso de la diabetes en México, con alianzas como esta, educando a médicos y con iniciativas como #MásQueGlucosa, que tiene por objetivo abordar de forma integral a los padecimientos cardio-renal- metabólicos”.

Esta iniciativa tiene tres pilares fundamentales: acciones con pacientes, apoyo a la investigación y en educación para médicos.

 

 

 

 

 

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