Por Martha Oliva Hernández
Padecer epilepsia en México reviste una situación complicada debido al estigma que este padecimiento genera y si a ello se agrega ser indígena, es mucho más difícil debido a que esta enfermedad cerebral es considerada en algunos pueblos indígenas como una “posesión por espíritus maléficos”, se piensa que es contagiosa, que han sido castigados o que se trata de una forma de “locura”.
La población indígena enfrenta problemas para recibir información en su lengua, no tienen acceso a la atención médica, especialmente de tercer nivel, sufre discriminación laboral y escolar, especialmente los niños, ya que de acuerdo con un estudio, solo el 48% de los niños de 9 años con epilepsia diagnosticada continuarán estudiando a siete años.
La radiografía de esta enfermedad en México señala que de 330 mil a 600 mil mexicanos con epilepsia experimentan crisis a pesar del uso de antiepilépticos. Y solo uno de cada cinco tiene acceso a atención especializada.
Para conocer un poco esta dificultad, la señora María, indígena tzotzil de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, (traducción) dice:
“Yo me llamo María, mi nieto se llama Eduardo. Nosotros sentimos muy difícil con su mamá, no camina, es muy difícil llevarlo al baño y bañarlo. También cuando le da la enfermedad de noche, parece que se va a morir, hasta que vomita. Nosotros estamos muy preocupados, no encontramos el medicamento, está muy lejos, es más difícil cuando se enferma en la noche. Es la dificultad que tenemos porque es muy caro el medicamento, la medicina cuesta mil pesos, también muy difícil porque estamos lejos de Tuxtla (Gutiérrez), también me salen muy caro los pasajes… bueno esta es la dificultad que tenemos, le comenté todo, la tristeza que tengo”.
La epilepsia es una enfermedad cerebral que se define por dos o más crisis no provocadas en menos de 24 horas de separación o una crisis no provocada, con una mayor prevalencia en niños y personas de la tercera edad y, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), es un problema de salud pública.
Se estima que en México hay entre uno y dos millones de personas que padecen alguna forma de epilepsia y de 10 a 20 por cada mil son indígenas, de acuerdo con tres estudios epidemiológicos realizados en Tabasco, Guerrero y Veracruz. La epilepsia representa un riesgo tres veces mayor de muerte prematura que en la población general, indica el Maestro en Ciencias Daniel San Juan Orta, neurólogo, neurofisiólogo y epileptólogo clínico.
Causas de epilepsia: daño cerebral, lesiones prenatales o perinatales (asfixia o traumatismo durante el parto, bajo peso al nacer); malformaciones congénitas o alteraciones genéticas con malformaciones cerebrales asociadas; traumatismos cráneo-encefálicos graves; accidentes cerebrovasculares; infecciones cerebrales como meningitis y encefalitis o neurocisticercosis y algunos síndromes genéticos.
La epilepsia está asociada a la depresión y la ansiedad, lo cual puede ocasionar ideas de suicidio, pero si se trata la depresión, incluso puede mejorar la epilepsia, señala el doctor Máximo León, neurólogo con alta especialidad en Epilepsia y secretario del Capítulo Mexicano de la Liga Contra la Epilepsia (CAMELICE).
Ante toda esta serie de dificultades a las que se enfrentan los pacientes con epilepsia, el doctor Daniel San Juan, también presidente de (CAMELICE) hizo una invitación a la sociedad civil para unirse a la campaña de concientización y educación sobre la epilepsia, denominada: Luchando contra la Epilepsia sin Barreras. En la primera etapa se difundirá material médico informativo en las cuatro principales lenguas indígenas: Náhuatl, Maya, Mixteco y Otomí, con la finalidad de que la población conozca detalles de la enfermedad y sus consecuencias, incluyendo tratamiento, diagnóstico y trato digno.
La información y los materiales se presentarán en agosto de este año, en Guadalajara, Jalisco durante la Reunión Anual del Capítulo Mexicano de la Liga contra la Epilepsia, con respaldo del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas para su traducción y de Amstrong Laboratorios de México para su difusión.
Por último, recomendaron que ante una crisis epiléptica :
Permanece calmado, la mayoría de las convulsiones ceden en menos de tres minutos.
Despeja el área
No introduzcas objetos en su boca
Voltea la cabeza del paciente hacia un lado
Observa detalladamente qué es lo que ocurre
Mantén una buena actitud con el paciente.
No le ofrezca nada de comer hasta que esté totalmente alerta
Acude con su médico
No suspendas el tratamiento
Permite que el paciente descanse y duerma