Ante la pandemia del nuevo coronavirus (COVID-19), cuidar nuestra salud y la de nuestra familia se vuelve un asunto de vital importancia.
Sin duda, una alimentación adecuada resulta fundamental para mantener el buen funcionamiento de nuestro organismo. El consumo diario de proteína cárnica puede ser un gran aliado para mantenerte sano y con un sistema inmunológico fuerte que pueda ayudarte a combatir diferentes enfermedades.
La carne y otros alimentos de origen animal aportan proteínas de alto valor biológico, pues contienen los nueve aminoácidos esenciales que requiere nuestro organismo para funcionar correctamente y que sólo podemos obtener a través de los alimentos de nuestra dieta diaria.
La Doctora Susanna Bramante, experta en nutrición, agronomía y producción animal escribió recientemente que existe clara evidencia científica de que la carne nos hace fuertes y que incluir proteína animal en una dieta balanceada juega un papel relevante en la respuesta inmunitaria de las personas.
Excluir la carne y el pescado en la dieta podría tener un impacto negativo en la respuesta inmunitaria, que es la forma en la que el cuerpo reconoce y se defiende a sí mismo contra bacterias, virus y sustancias dañinas.
La respuesta inmunitaria de nuestro organismo está relacionada no solo con el hierro, sino también con la ingesta de energía, zinc, cobre y vitamina B6, todos los nutrientes que encontramos en excelente cantidad y biodisponibilidad en la carne.
No solo los niños, sino también los adultos y los ancianos que siguen una dieta sin carne y pescado han registrado un recuento significativamente menor de glóbulos blancos y rojos, con niveles más bajos de neutrófilos, monocitos, eosinófilos, linfocitos y basófilos, todas las células involucradas en la respuesta de los anticuerpos.
Las personas que mantienen una dieta restrictiva tienen una mayor probabilidad de sufrir alergias, asma, diabetes, migrañas, osteoporosis, enfermedades cardíacas, trastornos mentales, como la ansiedad y la depresión, lo que respalda una vez más que no es nada ventajoso renunciar a la proteína de origen animal.
La carne de res, cerdo, pollo y pavo mejoran las defensas inmunitarias, ya que son ricas en vitamina B6, un nutriente importante en la bioquímica inmunológica y vital para la formación de nuevos y saludables glóbulos blancos y rojos.
Estas evidencias científicas prueban que la carne fortalece el sistema inmune, lo que mejora la respuesta a los agentes extraños como los virus y otros microorganismos.