Si bien se sabe que una persona puede contraer la COVID-19 por contacto con alguien que se encuentre infectado, la enfermedad también puede propagarse a través de las gotas procedentes de la nariz o la boca que salen despedidas cuando alguien con el virus tose o exhala.
A pesar de que algunas personas pueden presentar los síntomas más comunes como fiebre, cansancio y tos seca, hay portadores del virus COVID – 19 que no manifiestan ninguna sintomatología, portándolo sin saberlo. En el caso de los ojos, por ejemplo, hoy se sabe que además de ser una vía de contagio pueden manifestar la presencia de este tipo de virus. Existen informes que registran la conjuntivitis como un signo temprano de infección o durante la hospitalización por enfermedad grave con COVID-19.
En un estudio más amplio publicado en el New England Journal of Medicine, los investigadores documentaron la “congestión conjuntival” en nueve de mil 099 pacientes (0.8%) hospitalizados con COVID-19 confirmado por laboratorio de 30 hospitales en China.
“Si bien aún queda muchos datos obtenidos por evaluar y casos a considerar, cuando esta contingencia termine tendremos procedimientos que cambiar, ya que de existir una correlación entre la conjuntivitis y el COVID – 19, los oftalmólogos podríamos convertirnos en una pieza clave para la identificación y diagnóstico del virus”, mencionó la doctora Martha Jaimes, jefa de calidad de la clínica Conde de Valenciana ABC Santa Fe.
Por otro lado, es importante que quienes usan lentes de armazón o de contacto sigan una rutina especial de uso y lavado, alerta el Consejo Optometría México. Además de las recomendaciones básicas, emitidas por Secretaría de Salud, para evitar el contagio del COVID-19, la higiene antes, durante y después del uso de lentes es fundamental para mantener una adecuada salud visual, evitar contagios, así como cualquier tipo de infección ocular.
Algunos virus como el COVID-19 pueden permanecer cierto tiempo en superficies duras lo que puede ocasionar que se trasmita a los dedos y a la cara de los usuarios de lentes de armazón. Aunque el riesgo de contagio por esta vía es mínimo, es recomendable que cualquier persona que los utilice los limpie varias veces al día, sobre todo después de regresar de la calle.
En el caso de los usuarios de lentes de contacto, el Consejo Optometría México y la American Academy of Optometry (Academia Americana de Optometría) destacan que lo más importante es saber que a pesar de los mitos y desinformación, el uso de lentes de contacto permanece como una forma efectiva y segura en la corrección de la visión, siempre y cuando no se esté enfermo.
El proceso adecuado para el lavado de lentes con seguridad es:
- Previamente, lava cuidadosamente tus manos de acuerdo con las recomendaciones oficiales.
- Utiliza limpiadores específicos para lentes o, en su defecto, usa la espuma que genera el jabón para manos. Aplica en cada lente y en varias partes del armazón distribuyéndolo inclusive en la zona del soporte para la nariz y los extremos de las varillas que se apoyan por detrás de las orejas.
- Frota suavemente, durante unos 50-60 segundos, ambos lados de los lentes y todas las partes del armazón.
- Enjuaga minuciosamente con agua tibia los lentes completos para eliminar los restos de jabón.
- Con cuidado sacúdelos para eliminar la mayor parte del agua que quede.
- Seca cuidadosamente los lentes y el armazón con un paño limpio de algodón sin pelusa o de microfibra (no papel)
- Finalmente, vuelve a lavar tus manos cuidadosa y minuciosamente, con agua y jabón seguido de un secado manual con toalla de preferencia de papel.
Las recomendaciones en el caso de lentes de contacto son:
- Antes de la colocación o remoción de los lentes de contacto es esencial el lavado de manos rigurosamente con agua y jabón, seguido de un secado de manos con toallas de papel no usadas.
2. Desecha o desinfecta tus lentes de contacto de acuerdo