Ante la pandemia de COVID-19 que vivimos es necesario extremar precauciones y poner mayor atención en los grupos más vulnerables como los niños, adultos mayores, personas que viven con diabetes, hipertensión arterial y asma, entre otros. En el caso de este último padecimiento, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo ha incluido en la lista de comorbilidades frecuentes en pacientes con COVID-19.
“Aunque aún hay poca información de la interacción ASMA/COVID-19 es esperado, pues como ocurre con otras infecciones virales tales como la influenza, COVID-19 puede ocasionar descompensación del asma y crisis asmáticas. Esta afección puede ser peor en pacientes que tenían ya un asma sin adecuado control antes de adquirir el virus”, detalló el doctor Adrián Rendón, presidente de la Sociedad Mexicana de Neumología y Cirugía de Tórax, A.C.
De acuerdo con la Global Asthma Network, en el mundo hay alrededor de 339 millones de pacientes con esta afección, en nuestro país es el 7% de la población quien lo padece, refirió el especialista.
“El asma es una enfermedad que afecta a los pulmones, inflama y estrecha los bronquios causando dificultad para respirar, tos, silbidos y opresión en el pecho. Es un padecimiento que afecta tanto a niños como adultos y que no tiene cura; sin embargo, puede ser controlado con tratamiento, ante lo cual es fundamental seguir las indicaciones del médico y no suspender la medicación aun cuando parezca que los síntomas han desaparecido, ya que esto puede ocasionar una crisis asmática”, explicó el doctor Rendón Pérez.
El también especialista en neumología intensivista enfatizó que dicho padecimiento, al ser una enfermedad crónica, tiende a mostrar variaciones en sus manifestaciones clínicas y en el grado de obstrucción al flujo de aire, de tal forma que su severidad puede modificarse con el paso del tiempo en el paciente.
Al respecto, añadió que la Global Initiative for Asthma (GINA), determinó un sistema que permite clasificar la gravedad de la enfermedad como leve, moderada y grave permitiendo a los profesionales de la salud establecer un tratamiento adecuado en cada caso, pues no todos los pacientes se tratan igual y el manejo debe ser individualizado.
Otro elemento importante además del tratamiento para el control de la enfermedad y las indicaciones del médico especialista es evitar aquellos desencadenantes que agudizan los síntomas como: ácaros del polvo, pólenes, moho, humo del tabaco, contaminación, aire frío, caspa y pelo de mascotas.
Ante esta situación, recomienda a los pacientes atender las indicaciones de las autoridades sanitarias para la prevención del contagio como lavar continuamente las manos con agua y jabón, estornudar o toser en el ángulo interno del codo, mantener el hogar ventilado y limpio, desinfectar los utensilios y superficies de uso común, evitar contacto con las personas, especialmente si presentan síntomas de infección respiratoria y llevar a cabo el distanciamiento social.
“Esta última medida probablemente sea la más importante y útil por lo que todos los miembros de la Sociedad Mexicana de Neumología y Cirugía de Tórax recomendamos enfáticamente #TodosEnCasa, además es muy importante que los pacientes con asma que adquieran COVID-19, deben continuar con su tratamiento ya que no está contraindicado”, agregó.
Asimismo, se debe evitar compartir el uso de las cámaras inhaladoras por el riesgo de que alguna persona esté contagiada, así como la realización periódica de espirometrías a fin de reducir el riesgo de transmisión y si es absolutamente necesario, se deben tomar medidas adecuadas para el control de la infección.