El melanoma es un tipo de cáncer de piel que se origina cuando los melanocitos (las células que dan a la piel su color bronceado o marrón) comienzan a crecer fuera de control. De acuerdo con datos de GLOBOCAN, México registró en el 2018, más de 3 mil casos nuevos en todo el país, y más de 700 muertes por esta causa, señala el doctor Héctor Martínez Said, cirujano oncólogo y líder internacionales el tratamiento del melanoma y presidente de la Sociedad Mexicana de Oncología (SMeO)
Existen múltiples factores que aumentan el riesgo de manifestar este tipo de cáncer cutáneo, entre los cuales destacan:
- La exposición a los rayos ultravioleta (UV) es el factor de riesgo principal para la mayoría de los melanomas. La luz solar es la fuente principal de la radiación ultravioleta, las cámaras de bronceado también son fuente de radiación ultravioleta.
- Las personas de raza blanca con cabello rubio o pelirrojo que tienen ojos azules o verdes, o de piel muy blanca, que se queman o se llenan de pecas con facilidad, están bajo un mayor riesgo.
- Tener muchos lunares: la mayoría de los lunares nunca causará ningún problema, aunque una persona que tiene muchos lunares es más propensa a padecer melanoma.
- Contar con antecedentes familiares de melanoma, el riesgo de padecerlo es mayor si uno o más familiares de primer grado (madre, padre, hermano/a, hijo/a) han tenido melanoma.
- La edad promedio al momento del diagnóstico es a los 65 años de edad, aunque no es raro que se presente en personas de 30 a 35 años de edad.
“Es importante mencionar que el melanoma más frecuente en la población mexicana es el denominado acral lentiginoso. Este melanoma no tiene relación con exposición solar y habitualmente sale en las palmas de las manos o las plantas de los pies, así como por debajo de las uñas. Es sumamente importante revisar estas partes del cuerpo.” indicó el doctor Martínez Said.
El diagnóstico se realiza mediante una biopsia del lunar sospechoso y el primer contacto con un especialista es con un dermatólogo, posteriormente con un cirujano oncólogo y con el área de oncología médica. El melanoma puede hacer metástasis en huesos, pulmón e hígado.
La cirugía es la opción de tratamiento principal para la mayoría de los melanomas, y generalmente cura los melanomas en etapa inicial. La quimioterapia se puede usar para tratar el melanoma avanzado después de intentar otros tratamientos, pero no se emplea con frecuencia como tratamiento inicial, puesto que existen terapias recientes como la inmunoterapia y/o terapia dirigida.
El patrón y el momento de la exposición a la luz ultravioleta podría desempeñar un papel en el desarrollo del melanoma, siendo diferente en la espalda, pecho y piernas dado que pudo haberse originado por quemaduras al momento de la niñez; a diferencia del que se presenta en el rostro, el cuello y los brazos, donde la exposición al sol es más constante.
La regla “ABCDE” describe las características del melanoma en una etapa inicial:
- A de Asimetría: la mitad del lunar no es igual a la otra mitad.
- B de Borde: los bordes son irregulares, desiguales, dentados o poco definidos.
- C de Color: el color no es uniforme y pudiera incluir sombras diferentes de color marrón o negras, o algunas veces con manchas rosadas, rojas, azules o blancas.
- D de Diámetro: el lunar mide más de 6 milímetros de ancho (aproximadamente más que el tamaño de una goma de borrar de un lápiz).
- E de Evolución: el tamaño, la forma o el color del lunar están cambiando.
Es importante realizar una prevención primaria que consiste en usar protector solar y evitar asolearse de 10:00 a 16:00 horas debido a que son las horas de mayor radiación, poner especial atención en primavera y verano, en lugares más altos y en días nublados, señala el doctor Antonio Natera, médico cirujano, director Médico Asociado en Oncología de MSD.
El doctor Natera indica que también es necesario recurrir a la prevención secundaria que se traduce en examinar la piel de la espalda con el uso de un espejo, la de brazos y pies tres veces al año o por lo menos una.