Las complicaciones ante y post parto son consideradas un problema de salud pública y de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), afecciones como la hemorragia obstétrica, las infecciones, la preeclampsia y el aborto inseguro, son las causantes del 75% de las muertes maternas a nivel mundial.

En México se han realizado diversos y distintos esfuerzos para disminuir la mortalidad materna y se ha logrado que a nivel nacional se disminuyan 20 muertes por cada 100 mil nacidos vivos.   

En el marco del Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres, Pedro Jiménez, miembro de la mesa directiva y responsable de la evaluación de dispositivos de la “Sociedad Internacional de Fármaco-economía e investigación de resultados de México” (ISPOR por sus siglas en inglés ) reconoce la importancia de la salud materna a través de una cobertura sanitaria universal que garantice que las mujeres tengan pleno acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva, para ponerle fin a la mortalidad materna.

De acuerdo con el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), alrededor de 830 mujeres mueren  cada día por causas relacionadas con los embarazos o los partos, y por cada mujer que muere, 20 o 30 tienen complicaciones con secuelas importantes o duraderas.

Se reporta que nueve entidades federativas concentran el 49.5% de las muertes maternas, mientras que, de manera análoga, el número de muertes maternas por cada 100 mil nacidos vivos – es decir por temas de evaluación de riesgo medido como la Razón de Mortalidad Materna – incrementa en estados como Nayarit, Chiapas, Chihuahua, Yucatán y Durango, lo que refleja la necesidad de incrementar el trabajo de impacto en estados donde existe una mayor frecuencia y riesgo de muerte materna.

Al mismo tiempo y tomando como base los datos reportados por la Secretaria de Salud en su informe semanal de Vigilancia Epidemiológica al cierre del 2019 (semana 52), la Razón de Muerte materna calculada de 31.1 representa una disminución del 3.6% si lo comparamos con la misma semana del 2018, siendo tanto la hemorragia obstétrica como las enfermedades hipertensivas las complicaciones causantes de más del 40% de las muertes maternas, por lo que acciones específicas en estos rubros impactarían favorablemente la prognosis de la complicación de un parto.

El costo de atención de un parto con complicaciones como la hemorragia obstétrica se incrementa más de 10 veces al compararlo contra el costo de atención de un embrazo de bajo riesgo, y el principal impacto se encuentra ponderado en los costos directos atribuibles a un mayor tiempo de estancia hospitalaria y atención en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), generando de esta forma una carga significativa en los costos integrales de atención y en el presupuesto del sistema de salud.

La salud materna es un derecho y debemos trabajar en pro de ésta a través de iniciativas proactivas que permitan que se siga desarrollando el sistema de salud en México para que de esta forma se puedan brindar servicios seguros y de calidad, disminuyendo las complicaciones y la mortalidad asociadas a un parto.