Antes de la pandemia por COVID-19 las donaciones altruistas de sangre en México estaban en un 3.80%. Sin embargo, han disminuido por la contingencia, cayendo en el último mes un 77% en comparación con el promedio del 2019, por lo que es importante mantener la práctica de donación de sangre a pesar de la situación causada por el virus.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), recomienda que las personas sanas que no tienen síntomas similares a la gripe y que no han tenido contacto con un caso confirmado de COVID-19 pueden donar sangre durante la pandemia.
El día de ayer, 14 de junio de 2020 se conmemoró el Día Mundial del Donante de Sangre, cuyo lema este año fue “La sangre segura salva vidas”. Con ello se busca alentar la donación para mejorar la salud de las demás personas en su comunidad tanto en situaciones normales como de emergencia.
La mayoría de los países de ingresos bajos y medianos tienen dificultades para conseguir sangre segura porque faltan donaciones y equipos para analizar la sangre. A nivel mundial, el 42% de las donaciones de sangre se hacen en países de altos ingresos. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) indica que la única forma de asegurar un suministro suficiente de sangre segura es mediante donaciones regulares no remuneradas.
La donación de sangre es un proceso ágil, que lleva en promedio 120 minutos, en el que se extraen de 405 a 450 mililitros de sangre de una persona a través de una punción en la vena del pliegue en el brazo con un equipo nuevo, estéril y desechable.
Por medio de la donación se pueden obtener cuatro componentes: Eritrocitos o glóbulos rojos, Plasma, Plaquetas y Crioprecipitados. Al separar la sangre en estos componentes se puede ayudar hasta a cuatro individuos.