La Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó la recomendación de identificar y mantener los servicios esenciales de salud y priorizar esfuerzos para mantener la continuidad, entre ellos consideran: la prevención de enfermedades transmisibles por medio de la vacunación, atención a población vulnerable como infantes y adultos mayores entre otros. En México, de acuerdo con la publicación de CONAPO del pasado 04 de mayo, 14 millones 460 mil 754 personas tienen más de 60 años. De ellos, el 25.55% padece diabetes y el 38.80% hipertensión arterial, ambas comorbilidades relacionadas con casos graves de COVID- 19.
La implementación efectiva de los programas de vacunación no solo reduce los brotes, disminuye los riesgos que pueden incluir muertes en algunos casos, sino que requiere de menos recursos que la respuesta al brote y ayuda a reducir la carga que supone en los sistemas de salud, la cual enfrentan actualmente por la pandemia de COVID-19.
La OMS señala que los países deben priorizar el seguimiento a los servicios esenciales de la salud como la prevención de enfermedades transmisibles por medio de la vacunación y el cuidado de la población vulnerable como los adultos mayores.
De acuerdo con el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos a partir de los 50 años las vacunas que se deben aplicar son aquellas que previenen, influenza, tétanos, herpes zóster y neumococo (a partir de los 65 años de edad).
Las personas de la tercera edad se vuelven más vulnerables a la enfermedad neumocócica, debido a que su sistema inmunitario se debilita con la edad, especialmente si presentan comorbilidades crónicas como diabetes, cardiopatias, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), indicó la doctora Sara G. Aguilar Navarro, especialista en geriatría y medicina interna, adscrita al servicio de Geriatría del INCMNSZ.
Neumonía neumocócica es una infección en los pulmones. Aparece de repente. En algunos casos, puede provocar problemas respiratorios y propagar las bacterias a otras partes del cuerpo, incluida la sangre. Puede resultar en hospitalización en incluso provocar la muerte.
Bacteriemia neumocócica es una infección de la sangre que puede causar hipotensión arterial y dañar órganos como el corazón y los riñones. Aproximadamente 1 de cada 4 pacientes con neumonía neumocócica desarrollará bacteriemia.
Meningitis neumocócica es una infección de las capas del cerebro y de la médula espinal, es una enfermedad rara pero grave. Aproximadamente la mitad de los enfermos con meningitis neumocócica tendrán complicaciones graves como pérdida de la audición o convulsiones.
Existen diferentes vacunas antineumocócicas. Cada una ayuda a proteger contra ciertas cepas específicas de las bacterias neumocócicas.
Otro de los padecimientos en los adultos mayores es el herpes zóster, conocido también en algunas regiones como “culebrilla”, el cual es causado por el virus de la varicela y puede permanecer inactivo por años y reactivarse.
La especialista señala que el HZ no se transmite de una persona a otra, cuando una persona tiene herpes zóster puede transmitir el virus a otra persona que no haya tenido varicela y contagiarla de esta enfermedad, no como herpes zóster.
Los síntomas pueden ser tan diversos como: salpullido doloroso en un lado de la cara o del cuerpo. Formación de ampollas que cicatrizan entre 7 y 10 días, y desaparecen de 2 a 4 semanas más tarde, pero antes del sarpullido, por lo general se presenta dolor, picazón o cosquilleo en el área donde se presentará éste. Puede afectar los ojos y causar pérdida de la visión y en algunos casos fiebre, dolor de cabeza, escalofríos y malestar estomacal.
El herpes zóster puede causar graves complicaciones de la vista y con poca frecuencia puede ocasionar neumonía, problemas de audición, ceguera, inflamación del cerebro (encefalitis) o muerte.