Como consecuencia de la interrupción de la inmunización sistemática por la pandemia de COVID-19, al menos 80 millones de niños menores de un año corren el riesgo de contraer enfermedades como difteria, sarampión y poliomielitis.
Por ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha emitido pautas para continuar la vacunación de rutina durante la pandemia, siempre que sea posible y en condiciones seguras.
Las razones que explican la interrupción de los servicios varían. Algunos padres se muestran reacios a salir de sus casas por las restricciones a los desplazamientos, la falta de información o porque temen infectarse con el virus de la COVID-19.
Sin embargo, la inmunización salva entre 2 y 3 millones de vidas cada año y representan un gran avance médico que ayudan a prevenir enfermedades graves, señaló el doctor Antonio Luévanos Velázquez, pediatra infectólogo, adscrito al Antiguo Hospital Civil de Guadalajara “Fray Antonio Alcalde”, en la tercera sesión del Taller de Periodismo Científico que realiza el Instituto Global de Comunicación y Expresión Pública y la UNAM.
Aseguró que a nivel global, suspender la vacunación ocasionaría que 127 millones de niños no fueran inmunizados, lo que se traduciría en secuelas severas e incluso en la muerte de los infantes.
Pero no solo los pequeños pueden beneficiarse con la inmunización, también los adultos, ya que existen vacunas para todas las edades. “Y aunque quizá las vacunas han sido víctimas de su propio éxito, han incrementado la perspectiva de vida por 20 años y bajado los índices de discapacidad en el mundo”.
En también ex presidente del Colegio de Pediatría de Jalisco A.C. indicó que México tiene uno de los mejores programas de vacunación; sin embargo, afronta problemas para llevar las vacunas a sectores de la población vulnerables debido a condiciones de pobreza y de accesibilidad a centros de atención médica.
El también miembro de la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica, indicó que si se vacunara a toda la población susceptible, se podrían salvar un millón y medio más de vidas.
Reiteró que en nuestro país no se ha suspendido la vacunación en los centros de salud, por lo que las personas pueden asistir a ellos, siguiendo las medidas de seguridad como usar cubrebocas, lavarse las manos frecuentemente y mantener la sana distancia.
Sin embargo, también recalcó que puede presentarse dificultad para que los padres de familia lleven a sus hijos a vacunar como las “Oportunidades Perdidas”, traducidas en una deficiente atención del sector médico, causas atribuibles al conocimiento sobre las vacunas, una mala percepción de la seguridad de las mismas, una mala información en las redes sociales, las cuales son vistas como un peligro para la población en general.
Comentó que actualmente en nuestro país se han presentado 175 casos de Sarampión, en los cuales no había antecedente de vacunación de esta enfermedad altamente contagiosa.
Recordó que las enfermedades prevenibles por medio de la vacunación son: Difteria, Enfermedades Neumocócicas, Hepatitis A, Hepatitis B, Enfermedades por Hib, Influenza, Parotiditis, Poliomielitis, Rotavirus, Sarampión, Tétanos, Tos ferina, Tuberculosis, Varicela, Virus del Papiloma Humano.
Por último, indicó que no se debe bajar la guardia y mencionó que en 2009, durante la pandemia de la Influenza, en Tamaulipas disminuyó la vacunación y de acuerdo con cifras de un estudio, solamente el 6% de la población susceptible a la vacunación, acudió a inmunizarse.