El aceite de oliva extra virgen puede mejorar los sabores de cualquier platillo, al tiempo que aporta a los alimentos, beneficios para la salud, desde grasas monoinsaturadas que pueden reducir el colesterol hasta antioxidantes que combaten los radicales libres en el cuerpo.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que no todos los aceites de oliva extra virgen son iguales. Que este tipo de producto tenga precios bajos puede ser un gran indicador de baja calidad. Los aceites de baja calidad se degradan a un ritmo mucho más rápido que los aceites de oliva de una calidad superior. Una vez que el aceite de oliva se vuelve rancio, esos beneficios de sabor y salud disminuyen rápidamente.
Expertos de Carbonell nos dan cuatro consejos clave para ayudar a extender la vida útil del aceite de oliva, almacenándolo correctamente.
Mantenlo fresco
Cuando el aceite de oliva extra virgen se expone a temperaturas cálidas, comienza a oxidarse y eventualmente se volverá rancio. Por lo tanto, guarda su botella lejos del calor (¡eso incluye tu estufa!). El experto en aceite de oliva Paul Miller recomienda mantenerlo en un lugar que esté a 20° centígrados aproximadamente. También es bueno saber que debemos evitar guardar la botella en el refrigerador, donde las bajas temperaturas harán que el aceite comience a solidificarse.
Evita la luz brillante
El lugar ideal para guardar del aceite de oliva extra virgen es dentro de un armario o alacena. Si bien las botellas tintadas, como las botellas de color verde, ayudan a evitar la penetración de los rayos ultravioleta, la exposición prolongada a la luz aún puede afectar el sabor. ¿No tienes alacena? No hay problema. Simplemente vierte el aceite en un recipiente cerrado de cerámica o estaño para mantenerlo fresco.
Sella bien la tapa
Con el alboroto y el bullicio de la preparación de alimentos, no siempre es fácil asegurarnos que la tapa de la botella de aceite de oliva está bien cerrada. Dejar la botella abierta o sin cerrar de manera correcta, permite que el aire acceda fácilmente al aceite, y eso acelerará el proceso de oxidación. El aceite altamente oxidado se convierte en aceite rancio, por lo que es importante volver a colocar la tapa después de cada uso.
Ahora tienes la clave para mantener tu aceite de oliva extra virgen fresco y conservar su sabor característico.