La entrada a la “nueva normalidad” en México implicará implementar el autocuidado de la salud dentro y fuera de casa para disminuir el riesgo de enfermarse con medidas higiénicas como lavarse las manos y el uso de gel antibacterial, acciones que son muy mencionadas, pero de lo que se habla poco es de la limpieza bucal.
La salud bucal ha estado olvidada en esta pandemia; sin embargo, se sabe que el virus SARS-CoV-2 se instala en las glándulas salivales, las cuales tienen una alta expresión de la enzima ACE2. De igual manera, se pueden alojar en el dorso del paladar, en la periferia de las encías o en las mejillas, señala la doctora Mayra S. Torres Altamirano, odontopediatra, adscrita a Asistencia Pediátrica Integral.
Cuando alguien con COVID-19 tose, estornuda o habla, libera una gran cantidad de gotas respiratorias con el potencial de infectar a otros que se encuentren a menos de dos metros de distancia. Debido a que muchas personas infectadas con el coronavirus son asintomáticas, podrían estar contagiando a otros sin siquiera saber que tienen el virus.
Un nuevo estudio de la Universidad holandesa de Groningen apunta que la ACE2, una enzima presente en diversos órganos, entre ellos los pulmones, es la puerta de entrada que utiliza el virus SARS-CoV-2 para colarse en las células humanas, infectarlas y comenzar su diseminación por el organismo.
Por su parte, la doctora Torres asegura que el SARS-CoV-2 puede detectarse en la saliva antes de que empiecen las lesiones pulmonares. La tasa de detección de COVID-19 en saliva puede alcanzar 91.7% de seguridad.
Indica que se pueden presentar síntomas en boca como resequedad, disgeusia (alteraciones del gusto), lesiones orales similares a lesiones de origen herpético o a las aftas.
La inflamación de las encías, la presencia de sarro dental o el consumo de tabaco ocasionan una mayor predisposición para que el virus se adhiera a estas estructuras de la boca. Por ello se recomienda dejar de fumar e implementar mejores medidas de higiene bucal como el cepillado por lo menos tres veces al día, el uso de enjuague bucal e hilo dental. En el caso de los pacientes con COVID-19 se aconseja cambiar el cepillo de dientes cada semana.
También se aconseja disolver una cucharadita de enjuague bucal yudopovidona en medio vaso de agua, realizar gargarismos de 30 a 60 segundos y expulsarlo, o bien, emplear agua oxigenada diluida en agua, o clorhexidina también diluida en el vital líquido, con lo cual se inactiva momentáneamente el virus. La visita al dentista cuando el semáforo se encuentre en verde, concluyó la especialista.