La lactancia materna es la mejor forma de proporcionar al recién nacido los nutrientes necesarios para un adecuado desarrollo. Este año, la OMS designó el lema “Apoyar la lactancia materna contribuye a un planeta más saludable” para la Semana Mundial de la Lactancia Materna con el fin de promover esta práctica.
Ante el temor de que el virus SARS-CoV-2 se transmita por el conducto parenteral, la OMS publicó en el documento “Lactancia Materna y Covid-19 para los Trabajadores de la Salud”, en su página oficial, que no existe evidencia científica de que el coronavirus se pueda transmitir a través de la leche materna ingerida por el niño o niña.
A la propuesta de la OMS se suman múltiples autoridades de salud y nutrición nacionales e internacionales para que la lactancia materna sea la forma exclusiva de alimentar e hidratar a los bebés durante los primeros seis meses de vida, y posteriormente iniciar un patrón de ablactación saludable (introducción de otros alimentos) y mantener la lactancia materna hasta los 2 años o más.
“La leche materna, es el estándar de oro, es el único alimento que sí puede considerarse durante los primeros meses de vida del ser humano, como el mejor alimento, provee todos los macro y micronutrientes, así como la hidratación exacta para el recién nacido. Han sido bien estudiados y documentados científicamente, los múltiples beneficios que aporta, tanto a la madre como al bebé, la leche materna, así como el propio fenómeno de la lactancia”, señala Marien Garza, miembro del Consejo Consultor de Nutrición de Herbalife Nutrición.
Hoy sabemos que la dieta y el estilo de vida de la mujer lactante, son factores determinantes e importantes de la salud, tanto de ella como del bebé, comenzando incluso antes de que la mujer esté embarazada. La investigación actual apunta a que los primeros 1000 días de vida, son cruciales para la prevención de la enfermedad en la edad adulta de este nuevo ser humano, refiere la especialista.
Décadas atrás, las mujeres en el embarazo y lactancia, tenían una visión cultural de un momento de relajación, en el terreno de la nutrición y los hábitos saludables. Algunos profesionales de la salud “apapachaban” y consentían a las mujeres, pues se decía era el momento para sucumbir ante los antojos y darle rienda suelta al gusto.
“Sin embargo, conforme la ciencia avanza en el conocimiento, se sabe que existen algunas condiciones maternas específicas, no favorables durante este periodo (particularmente obesidad y aumento de peso excesivo durante el embarazo y lactancia) que se asocian con un alto peso al nacer, obesidad y alteraciones en el metabolismo de la glucosa en niños y más tarde, en adultos con un mayor riesgo cardio-metabólico”, refirió Garza.
Por último, la especialista en nutrición indicó: “Es por ello la importancia de la consciencia dietética a lo largo de todo el periodo de lactancia. La mujer lactante debe buscar llevar una dieta correcta: completa, suficiente, variada, inocua, equilibrada y adecuada. Se establece que, a partir de su gasto energético total diario, se aumenten 500 kcal al día, para poder cubrir las necesidades energéticas de la producción de leche. La asesoría con un consejero de lactancia materna exclusiva y con los profesionales de la salud adecuados, permite personalizar mucho esta etapa. La ingesta materna, determina la composición de la leche materna en algunos micronutrientes, entre los que destacan DHA, selenio, manganeso, flúor, calcio y vitaminas del complejo B entre otros”.