Una mala nutrición influye negativamente en el sistema inmunológico, de ahí que las personas mal alimentadas presenten un mayor riesgo de contraer cualquier tipo de infecciones y enfermedades por virus y bacterias. Por ello, es importante mantener hábitos saludables tales como una nutrición balanceada con alimentos frescos y ricos en vitamina A, B6, B12, C, D, E, Hierro, Omega-3, Selenio y Zinc, componentes esenciales para fortalecer el sistema inmunológico y reducir el riesgo de contagios por enfermedades relacionadas con el sistema respiratorio como lo sería el COVID-19.
Existe evidencia de que, una alimentación equilibrada rica en micronutrientes (vitaminas y minerales), ácidos grasos poliinsaturados omega-3 y otros compuestos bioactivos (como los polifenoles) ayudan a mantener el sistema inmunológico.
De igual manera, diversas investigaciones han demostrado que las vitaminas A, B6, B12, C, D, E, Hierro, los ácidos grasos poliinsaturados omega-3 y los minerales selenio y Zinc también ayudan a fortalecer el sistema inmunológico. En este sentido, el consumo de comidas balanceadas, que contengan porciones adecuadas de fuentes alimenticias de estos nutrimentos, como frutas y verduras, productos lácteos, carne, huevos, pescado, frijoles y semillas oleaginosas, garantizan el suministro adecuado de estos nutrimentos.
El uso de suplementos alimenticios también es una buena estrategia para prevenir deficiencias nutricionales y fortalecer el sistema inmunológico, pero siempre bajo supervisión médica. El consumo regular de alimentos enriquecidos o fortificados con vitaminas, minerales y ácidos grasos omega-3 ayudan a garantizar la ingesta diaria recomendada de estos nutrimentos en diferentes etapas de la vida, ya que a menudo no podemos mantener una dieta adecuada.
Aunque la nutrición por si sola no es capaz de evitar enfermedades o infecciones, es un factor que ayuda a reforzar la respuesta inmunológica del cuerpo, además de acelerar la recuperación. Razón por la cual, es importante mantener una nutrición adecuada que además de reforzar el sistema inmunológico, ayudará de manera paralela a reducir el riesgo y el impacto de las infecciones por virus y/o bacterias. Otros factores que también ayudan a mantener el sistema inmunológico fuerte son: practicar ejercicio regularmente, dormir bien y controlar el estrés.
¿En qué alimentos se pueden encontrar los nutrientes que se requieren para fortalecer el sistema inmunológico?
- Vitamina A: Alimentos de origen animal como el hígado, yema de huevo y productos lácteos.
- Vitamina B6: Salmón, carne, plátanos, papas y aguacate.
- Vitamina C: Kiwi, naranjas, fresas y brócoli.
- Vitamina D: La principal fuente de esta vitamina es el sol pero también puede encontrarse en alimentos enriquecidos con vitamina D como la leche y el cereal.
- Vitamina E: Aceites vegetales como el de oliva, soja y palma, así como nueces, granos enteros y algunos vegetales de hojas verdes.
- Omega 3-DHA: Pescados de agua fría como el salmón, anchoas, arenque y atún, huevos, suplementos alimenticios y alimentos enriquecidos con DHA.
- Selenio: Castañas de Pará o nueces de Brasil, panes o yema de huevo.
- Zinc: Carne, legumbres, nueces y granos enteros.
Garantizar una nutrición adecuada es un abordaje efectivo que puede facilitar una respuesta inmunológica sana. De hecho, la ingesta de nutrientes para optimización, como un hábito regular en la dieta, es una forma de construir un sistema inmunológico más resiliente para un plazo más largo.