minientrada Pacientes con trasplante piden se reanude su atención en hospitales

Quienes viven con alguna Enfermedad no Transmisible son los más afectados durante la pandemia por la infección de SARS-CoV-2 y entre éstos destacan los pacientes de diabetes e insuficiencia renal que han sido trasplantados, los cuales resienten la reasignación emergente a las áreas COVID de los hospitales, de nefrólogos, especialistas en trasplantes, cuidadores intensivos de diabetes, oftalmólogos y ortopedistas. En otros casos la falta de tales profesionales obedece a que son personas en riesgo de agravarse si contraen el coronavirus, por lo que se les otorga incapacidad laboral.

Ello se ha traducido en la postergación indefinida de citas para el control médico, suspensión de los servicios de laboratorio y en el mejor de los casos, saturación excesiva en servicios esenciales atendidos por escaso personal, apunta el Lic. Alan Valladolid Delgado, presidente de la Asociación Renal Venados, entidad adherente a la Coalición México Salud-Hable. Acepta que gobernantes y ciudadanos debemos afrontar durante la pandemia problemas que van más allá de la COVID 19 y desnudan los rezagos de nuestro país en la protección de la salud, principalmente por la insuficiencia histórica de recursos asignados a las instituciones públicas que atienden a la inmensa mayoría de las mexicanas y mexicanos.

Cierto que se atiende a personas trasplantadas cuyo organismo está rechazando el nuevo órgano y que se brinda el servicio de hemodiálisis a quienes lo necesitan cada tercer día, pero la atención necesaria y justificada que se brinda por casos de COVID19 no debe excluir a quienes cursamos la vida con una enfermedad crónica, precisó.

Es claro que se trata de un problema estructural, cuyas carencias se han magnificado en estos meses, obligando a reconvertir en hospitales COVID a muchos de los más prestigiados y equipados establecimientos de atención de la SSA, el IMSS y el ISSSTE, lo cual entendemos porque se trata de una emergencia sin precedentes, mas no aceptamos que se descobije a los pacientes crónicos, sobre todo a los inmunosuprimidos que, en buena medida, somos los que estamos en mayor riesgo de agravarnos, agregó.

Los pacientes de ENT demandan a las autoridades del sector salud y a las hacendarias, que se asignen los recursos necesarios para que se reabran los servicios de laboratorio y la dotación de medicamentos de los hospitales.

Igualmente, dijo Valladolid, “requerimos apoyo psicológico de acompañamiento pues muchos agregamos a nuestros males de origen, estados de psicosis por el temor de contagiarnos de coronavirus, ya que vivimos con varias de las primeras comorbilidades presentes en los decesos por la pandemia”.

Como persona trasplantada, el Lic. Alan Valladolid requiere de medicamentos inmunosupresores, que se le proporcionan en el Hospital General de zona del IMSS “Dr. Rodolfo Antonio de Mucha Macías”, conocido popularmente como Venados, donde atiende el nefrólogo de apellido Labastida, “… quien es un verdadero cuidador de los trasplantados”. Además, necesita medicamentos integrales, que recibe en la Unidad 15 de Medicina Familiar del IMSS. En ambos casos le surten sus medicamentos cada tres meses con recetas posfechadas.

Si contraen COVID19 las personas trasplantadas, lo más probable es que fallezcan, pero aun sobreviviendo perderían el riñón trasplantado, que les costó tantos años recibir (16 años en su caso), finalizó.

 

 

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