Uno de los dolores más incapacitantes es el dolor de espalda y es la causa más frecuente de consulta al médico en el mundo. La causa del dolor de espalda baja puede ir más allá de esa torsión o levantamiento que provocó el malestar en un principio, y para prevenir el dolor futuro debemos llegar a la fuente que lo causó en primera instancia.
“Si esperas a que el dolor de espalda se vuelva debilitante, habrás esperado demasiado. En la mayoría de las personas, el dolor de espalda se disipa en aproximadamente una semana o dos, pero si es prolongado o crónico, es momento de ver a un especialista en columna vertebral”, explicó el Dr. Hosun Hwang, especialista en columna vertebral del Hospital Houston Methodist.
El dolor de espalda baja puede ser una molestia continua. Puede ocasionar ardor o dolor inespecífico que fluctúa en intensidad de leve a intenso y puede deberse a una lesión deportiva, torcedura o levantamiento de algo pesado, o también por hacer labores domésticas.
El Dr. Hwang explicó que el dolor de espalda puede sucederle a cualquiera, pero algunos factores pueden aumentar su riesgo, por ejemplo:
Edad: Los adultos mayores pueden ser más susceptibles a la osteoartritis y al deterioro de los discos lumbares.
Ocupación: Las personas cuyos trabajos requieren flexiones repetitivas, levantamiento de objetos pesados o largos períodos de pie o sentado tienen más probabilidades de sufrir dolor de espalda.
Peso: El exceso de peso estresa nuestra columna vertebral y a los músculos de la espalda.
Fumar: El tabaquismo disminuye el flujo sanguíneo, reduce la capacidad del cuerpo para sanar y aumenta el riesgo de osteoporosis.
Levantar peso: Al levantar alguna cosa pesada hay que doblar las rodillas para evitar lesiones en la columna vertebral.
Nivel de actividad: tener un estilo de vida sedentario, así como músculos de la espalda débiles y falta de fuerza central, hacen que sea más fácil lesionarnos la espalda.
Tiempo de acudir al médico
Por lo general, el estiramiento, el descanso y los medicamentos para el dolor pueden proporcionar un alivio suficiente. La fuente del dolor de espalda no siempre es evidente, lo que también puede dificultar saber cuándo es el momento de ver a un experto.
Si las actividades rutinarias se vuelvan difíciles. Si tu dolor de espalda ya está afectando la manera en que realizas tus tareas cotidianas, evita que te debilite al punto de impedirte hacer las cosas que disfrutas.
Raras veces el dolor de espalda es signo de una afección médica grave, como una infección o un tumor espinal, pero si tu dolor de espalda va acompañado de fiebre, pérdida de peso inexplicable o problemas intestinales o urinarios, contacta a tu médico.
“Hay varias formas de tratar el dolor de espalda crónico, incluidos los medicamentos, la fisioterapia, las inyecciones y la cirugía, y la mejor opción de tratamiento generalmente depende de la causa y la gravedad del dolor”, explicó el Dr. Hwang. “Siempre comenzamos usando el tratamiento menos invasivo y más efectivo. Sin embargo, la cirugía puede ser necesaria en algunos casos”.