minientrada Reconoce los signos de la epilepsia de difícil control

La epilepsia en cualquiera de sus tipos es una enfermedad neurológica compleja y con tratamiento particular para cada uno de los pacientes. La incidencia es similar en hombres y en mujeres y entre el 70 y 75% de los casos se presentan entre el nacimiento y antes de la adolescencia.

Se calcula que en México existen al menos dos millones de personas que la padecen, de las cuales, aproximadamente el 30 % son identificados como epilepsia refractaria o de difícil control, por su resistencia a tratamiento con dos o más fármacos.

La persistencia de convulsiones pese a la medicación del paciente, merma de forma significativa su calidad de vida, por ello la importancia de una detección oportuna.

El Dr. Eduardo Barragán Pérez, neurólogo pediatra, jefe del Departamento de Neurología Pediátrica del Hospital Infantil “Federico Gómez” de la Secretaría de Salud, señaló que “sigue siendo un reto muy grande el quitarle el estigma a la epilepsia. Hay muchos mitos todavía, los cuales llegan a afectar adicionalmente a los pacientes”.

Existen dos grandes grupos: las epilepsias generalizadas, que son las que afectan a todo el tejido cerebral, y las epilepsias focales, que afectan solo una parte del cerebro y que atacan más a los niños, entre el 60% y 70% de los casos. Las epilepsias se dividen en aquellas con manifestaciones convulsivas (movimientos anormales) y las que no tienen movimientos anormales, denominadas de ausencia.

La epilepsia farmacorresistente está ligada al diagnóstico de ciertos síndromes, como el de West, de Lennox Gastaut, de Dravet o de Dosse. También existen algunos signos que pueden ser de alerta para identificar antes de los 2 años de edad, que una epilepsia es de difícil control, como la incidencia de crisis convulsivas atónicas (pérdida del control muscular, que puede provocar un colapso repentino o caídas) o mioclónicas (sacudidas rápidas de los brazos o las piernas).

En estos casos es común la presencia de un electroencefalograma anormal o la detección de algunas anormalidades estructurales en el cerebro, como la esclerosis mesial del hipocampo, que se refiere a la pérdida neuronal en un 30 % o más, además de una afección llamada gliosis, también en el área del hipocampo en el cerebro.

El doctor Barragán señala que actualmente se cuenta con un gran arsenal terapéutico con antiepilépticos tradicionales de segunda y tercera generación, donde cada uno tiene un nicho específico para su uso. Las nuevas generaciones de fármacos son más fáciles de administrar y tienen un mayor perfil de seguridad y hay algunos en proceso de experimentación, como el cannabis y la dieta cetogénica.

La dieta cetogénica está en investigación, con evidencia probada de sus resultados. A la fecha, las investigaciones científicas han demostrado su efectividad para reducir las convulsiones a más de la mitad.

Esta dieta está basada en un consumo muy alto en grasas, bajo en carbohidratos y normal en proteínas, con un control detallado de las porciones. Pero siempre debe ser supervisada por el neurólogo y el nutriólogo pediatra en conjunto.

Lo importante es encontrar el tratamiento adecuado para las necesidades de cada paciente con la intención de brindarle una mejor calidad de vida, a él y a las personas de su entorno.

 

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