El impacto que ha generado la pandemia por COVID-19 en el mundo y en México va más allá de la salud física, también ha afectado la salud mental y en este contexto destaca el estrés laboral, definido por la Organización Internacional del Trabajo, como la respuesta física y emocional a un daño causado por un desequilibrio entre las exigencias percibidas y los recursos de la persona para cumplir esas expectativas.
En este año tan retador en términos de salud pública, además de cuidar la autonomía financiera y la rotación de personal, no atender el estrés laboral le puede salir muy caro a las empresas, ya que la Ley Federal del Trabajo contempla multas de entre 250 a 5 mil unidades de salario mínimos, es decir de 26 mil a más de 500 mil pesos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que el trabajo es beneficioso para la salud mental; sin embargo, un entorno laboral negativo puede causar problemas físicos y psíquicos. Indica que la depresión y la ansiedad constituye una carga económica anual cercana a 1 billón de dólares relacionada con la pérdida de productividad a nivel mundial.
Asimismo, el acoso y la intimidación en el trabajo son problemas frecuentes que pueden tener considerables efectos negativos en la salud mental de los trabajadores.
Carlos Javier de León, director general de Software SICOSS destacó durante la conferencia de prensa “La importancia de la tecnología para la resiliencia empresarial, que la entrada en vigor de la segunda fase de la “NOM-035-STPS-2018 Factores de riesgo psicosocial en el trabajo – Identificación, análisis y prevención”, significa un desafío empresarial para procurar el bienestar de sus equipos y evitar ambientes laborales tóxicos.
El Dr. Rubén Flores González, investigador del estudio internacional COVIDiSTRESS Global Survey y Marily Martínez Trujillo directora de marketing y comunicación, informaron sobre el riesgo psicosocial en México y la tecnología disponible para medir, prever y analizar el estrés asociado al trabajo, sin importar si laboran en modelo homeoffice o presencial.
La OIT estima que en el cuarto trimestre del año se perderán 140 millones de puestos de trabajo en el mundo y en cuanto a México prevén que el total de empleos en riesgo alto de verse afectado por la pandemia rebasan los 24 millones.
En el encuentro, el Dr. Flores, también parte del equipo México y coordinador de la especialización en Estudios de Opinión de la Universidad Veracruzana, presentó los principales hallazgos del estudio internacional COVIDiSTRESS Global Survey.
En esta encuesta destaca que las 10 principales fuentes de estrés de los mexicanos en el contexto COVID-19 son: la economía nacional, contagio, riesgo de hospitalización, preocupación por amigos y parientes lejanos, no saber cuánto durará la cuarentena, perspectivas de trabajo, servicios públicos, acceso a artículos básicos, ingreso diario y trabajo.
En la encuesta participaron especialistas de la Universidad Autónoma Metropolitana, de la Universidad Veracruzana y académicos mexicanos de McGill University. Su diseño estuvo a cargo de una red internacional de investigadores encabezada por Andreas Lieberoth, de la Universidad de Aarhus de Dinamarca, y traducida a 52 idiomas. Los datos que se reportaron sobre México, corresponden a 6 mil 424 personas.
En respuesta a los riesgos psicosociales y las consecuencias legales de incumplir con el bienestar de los trabajadores, Marily Martínez Trujillo, presentó el módulo SI- Balance de Software SICOSS, herramienta tecnológica para medir estrés de la fuerza laboral en tiempo real. Este sistema integra las diferentes encuestas y categorías establecidas en la NOM-035-STPS-2018 y es el único en su tipo en generar un análisis detallado mediante tecnología BI (Business intelligence) para procesar los datos de manera masiva, ágil y segura.
“Desde el sitio web o una App móvil los colaboradores pueden responder las encuestas sobre los factores de riesgo como: Condiciones en el ambiente de trabajo, cargas laborales, falta de control sobre el trabajo, exceso en las jornadas y la rotación de turnos, de acuerdo con lo establecido en la Ley Federal del Trabajo, interferencia en la relación trabajo-familia, liderazgo o relaciones negativas y violencia laboral”, explicó.
Apuntó que a partir del resultado de la calificación se analiza el nivel de riesgo, así como las acciones que se deberán adoptar con base a un programa desde prevención hasta intervención. De esta manera se puede reducir la rotación de personal, ausentismos, cumplir con requerimientos de la norma, identificar a los colaboradores expuestos a factores de riesgo psicosocial y evitar posibles multas por parte de la autoridad.
Para cerrar, Carlos Javier de León, dio cinco recomendaciones para la resiliencia empresarial y mover la economía valorando la fuerza laboral:
MMantener una comunicación de buena calidad y dar actualizaciones precisas de la información a todo el personal. Esto puede ayudar a reducir el estrés por la incertidumbre.
- Ser flexibles entre los modelos de trabajo tanto en horarios, vacaciones y retornos a centro laboral, esto para fomentar el autocuidado y cuidado colectivo, de líderes de área y equipos de trabajo.
- Establecer claramente los resultados esperados con un enfoque en la calidad del trabajo más que en la cantidad de trabajo.
- Además de adaptar las juntas videollamadas y mantener procesos por internet, es importante aprovechar también la tecnología para medir, prever y analizar el estrés de sus colaboradores en tiempo real, esta información es vital para tomar decisiones y hasta evitar multas. Contar con estas herramientas además de mejorar la productividad de las empresas, les aporta una ventaja competitiva.
- Reconocer la importancia de equilibrar las demandas de la vida laboral y personal de los equipos, para establecer las medidas que permitan desconectarse en momentos reservados para descanso y la vida personal.