La psoriasis es una enfermedad crónica de la piel, de carácter inflamatorio, no transmisible que afecta aproximadamente a 125 millones de personas en el mundo, mientras que en nuestro país se calcula que 2.5 millones de mexicanos viven con esta enfermedad.
El impacto de esta enfermedad genera incomodidad social y el estigma que genera puede ocasionar que los pacientes desarrollen fobias sociales. Se estima que el 45% de los pacientes con esta enfermedad sienten depresión, además de sufrir ansiedad y vergüenza, además de que estos pacientes han visto interrumpidas sus consultas y tratamientos por la pandemia.
Para José, paciente que vive con psoriasis, era importante tratar de ocultarla, además de tener miedo de contagiarla, a pesar de no ser una enfermedad contagiosa. Su atención fue deficiente en los primeros años, hasta que acudió al Hospital Regional “Lic. Adolfo López Mateos” del ISSSTE en donde recibió una atención adecuada.
Por ello y en el marco del Día Mundial de la Psoriasis, que se conmemora el 29 de octubre, especialistas de la Fundación Mexicana para la Dermatología (FMD) alertaron sobre las graves consecuencias de esta enfermedad y resaltaron la importancia de un diagnóstico y tratamiento oportunos, ya que, actualmente, el tiempo promedio de diagnóstico es de 12 meses a partir de la primera consulta, situación que afecta gravemente la calidad de vida de los pacientes.
Al respecto, el doctor César Maldonado, jefe de la Clínica de Psoriasis del Centro Dermatológico Dr. Ladislao de la Pascua, apuntó que la psoriasis es una enfermedad con signos “escamosos” que puede confundirse con otras enfermedades de la piel como: dermatitis atópica, eccema y caspa, por lo que es esencial que el paciente reconozca los síntomas y acuda con el dermatólogo para que tenga un diagnóstico y tratamiento oportunos.
La psoriasis no es contagiosa, su causa está relacionada con una alteración del sistema inmunológico y predisposición genética, y se caracteriza por la aparición de manchas rojas con escamas blancas que se localizan en diferentes partes de la piel. Entre el 40% y el 60% de los pacientes con psoriasis tiene síndrome metabólico e hígado graso y aproximadamente hasta un 30% de los pacientes padecen artritis psoriásica.
En cuanto al impacto en la calidad de vida del paciente, la doctora Rossana Janina Llergo, presidenta de la Fundación Mexicana para la Dermatología, resaltó que la psoriasis puede ser considerada altamente discapacitante debido a las repercusiones sociales, económicas y psicológicas que tiene. Asimismo, señaló que los pacientes suelen enfrentarse a la discriminación debido a las manifestaciones visibles de la enfermedad, la cual tiene un impacto emocional que generalmente los lleva al aislamiento.
“El bienestar del paciente con psoriasis se desestabiliza debido a que se enfrenta con problemas por su apariencia personal, desarrollando estrés emocional, sentimientos de vergüenza, baja autoestima, estigmatización, exclusión social, dificultades laborales o pérdida del empleo, lo que puede provocar un gran impacto psicológico y en muchos casos, desarrollar ansiedad y depresión”, apuntó la doctora Llergo.
Ante este panorama, la doctora Esther Guevara, especialista en dermatología, adscrita al servicio de dermatología del Hospital Regional “Lic. Adolfo López Mateos” del ISSSTE reconoció que es fundamental que las personas con psoriasis accedan tempranamente a un tratamiento adecuado ya que, en la medida que se controle la enfermedad en las primeras etapas, el paciente mejorará su calidad de vida, y por lo tanto su entorno social.
Explicó que comúnmente, se definía la gravedad de la enfermedad con base en la intensidad y la extensión de las lesiones de psoriasis en la piel del paciente, sin embargo, cada día cobran más importancia los aspectos socioeconómicos, el impacto en la actividad física, social y psíquico-emocional del paciente.
“Es por ello que, impulsar acciones que promuevan la referencia oportuna con el dermatólogo para que el paciente acceda lo más pronto posible a su tratamiento es esencial para el control de la enfermedad, y así los pacientes puedan realizar actividades cotidianas sin temor o inseguridad y resaltó que la pérdida de respuesta, la falta de adherencia, la interrupción y la insatisfacción del tratamiento hoy en día representan desafíos importantes en la atención de la psoriasis”, aseguró.
Por último, la Doctora Llergo recomendó a los pacientes: reducir el estrés, el consumo de alcohol y tabaquismo, prevenir traumatismos como el tallado de la piel para evitar infecciones y apegarse al tratamiento.