La Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII) es una enfermedad mediada inmunológicamente que se manifiesta en dos formas principales: la Enfermedad de Crohn (EC) y la Colitis Ulcerosa (CU). Estas patologías son debilitantes, afectan el intestino en distintas zonas e incluso pueden presentarse manifestaciones externas como afectaciones en la piel, los ojos y las articulaciones.
A nivel global la Enfermedad de Crohn afecta a más de 2.6 millones de personas y la colitis ulcerosa a 3.2 millones más. En nuestro país se calcula que alrededor de 40 mil personas presentan Enfermedad Inflamatoria Intestinal y esto puede convertirse en un problema de salud que aumentará en los próximos 15 años.
Aunque pueden presentarse a cualquier edad, las personas entre 20 y 50 años son los más afectadas. Lamentablemente no existe cura para ninguna de las dos.
En la Enfermedad de Crohn los síntomas más comunes son diarrea, dolor abdominal continuo, sangre en las heces, poco apetito y pérdida de peso. En la Colitis Ulcerosa se pueden presentar dolor rectal o sangrado, diarrea, dolor abdominal, entre otros. En ambos casos pueden estar acompañados de manifestaciones extraintestinales con afección a ojos, piel, articulaciones, entre otras.
Además de estos síntomas, la EII tiene un impacto importante en el bienestar emocional que puede llevar a la depresión e impacto a nivel social. Es común también para estos pacientes sentirse avergonzados o tener una percepción negativa de su imagen e incluso, algunas decisiones como: elegir una carrera o la planificación familiar están condicionadas por el hecho de presentar alguna de estas manifestaciones de la EII.
La Enfermedad de Crohn afecta cualquier parte del intestino, desde la boca hasta el ano y puede afectar el espesor total y no solo la mucosa del intestino, en la Colitis Ulcerosa sólo involucra el intestino grueso y la mucosa.
“El diagnóstico y tratamiento oportuno, incluyendo el uso temprano de tratamientos biológicos, tiene el potencial, en algunos pacientes, de desacelerar el progreso de estas enfermedades y mejorar los resultados, inducir y mantener las remisiones clínicas, brindando una mejor calidad de vida en los pacientes”, indicó la Doctora Itzel Romo, especialista en gastroenterología.
Cerca del 40% de las personas con alguna de estas condiciones tarda más de un año en ser diagnosticadas y el 17% más de 5 años. El tratamiento oportuno, incluyendo el uso temprano de tratamientos biológicos, tiene el potencial, en algunos pacientes, de evitar la progresión del curso natural de la enfermedad y así evitar complicaciones derivadas de la misma.
“Vedolizumab es un nuevo tipo de tratamiento biológico selectivo para el intestino, es decir, bloquea el movimiento de ciertos glóbulos blancos hacia el tejido intestinal para reducir la inflamación”.
Este medicamento controla los síntomas de manera temprana y alcanza nuevos objetivos de tratamiento como son la mejoría endoscópica, cicatrización histológica e incluso transmural. También logra alcanzar los objetivos del tratamiento y mantenerlos, por ello, la remisión clínica se mantiene a lo largo del tiempo hasta nueve años, de acuerdo con estudios clínicos publicados.