El sobrepeso y la obesidad son problemas de salud que azotan gravemente a los mexicanos ya que, de acuerdo con datos oficiales, se calcula que el 70% de la población padece sobrepeso y casi una tercera parte sufre de obesidad, además, esta enfermedad se asocia principalmente con la diabetes y enfermedades cardiovasculares, pero también con trastornos óseos y musculares y algunos tipos de cáncer.
Informes recientes demostraron que las personas con obesidad y que resultaron contagiadas por COVID-19 han sufrido una respuesta más agresiva del virus y son las que han tenido un peor pronóstico de la enfermedad.
“Es posible que la gente no se dé cuenta de esto, pero la obesidad en sí misma es un factor de riesgo de ser hospitalizado o internado en cuidados intensivos en caso de infección por COVID-19. Y esto es particularmente preocupante, debido sobre todo al gran número de personas que viven con obesidad en Estados Unidos y en México,” explicó el Dr. Kyle Stephens, cirujano bariatra del Hospital Houston Methodist.
Debido a que este nuevo virus estará entre nosotros durante algún tiempo, el Dr. Stephens explicó tres cosas que todos debemos saber sobre la obesidad y el COVID-19.
1- El peso de una persona por sí solo puede aumentar su riesgo
A estas alturas, probablemente hayas escuchado que los adultos mayores y las personas con condiciones de salud previas, como diabetes o enfermedades cardíacas, son más vulnerables a desarrollar un caso grave de COVID-19. Incluso si te sientes saludable, el simple hecho de tener sobrepeso u obesidad puede aumentar tu riesgo y vulnerabilidad ante la enfermedad.
“De hecho, la obesidad es el factor de riesgo número uno para desarrollar un caso grave de COVID-19 en personas menores de 55 años. La gente no siempre ve la obesidad como anormal, ya que es bastante frecuente, pero es importante saber que el sobrepeso es un factor de riesgo importante al enfermar con el nuevo coronavirus”, explicó el Dr. Stephens.
Una persona se considera que vive con obesidad si tiene más grasa corporal de la que se considera saludable para su altura. El Índice de Masa Corporal (IMC) es una herramienta de detección de la obesidad, la cual puede ser obtenida por cualquiera para conocer su nivel de peso actual.
“Tener un IMC de 30, o más, aumenta el riesgo en un 27% de desarrollar un caso grave de COVID-19 en caso de contagio,” explicó el Dr. Stephens. “Y un IMC de 40, o más, duplica el riesgo de una persona”.
Aunque todavía se está desarrollando la vacuna contra el COVID-19, lo preocupante es que incluso una vez que tengamos una, es probable que sea menos eficaz para las personas que viven con obesidad.
“Lo que sabemos históricamente de las vacunas contra la influenza, el tétanos y la hepatitis B es que las personas con sobrepeso y obesidad parecen beneficiarse menos de la vacunación que las personas que tienen un peso saludable. La razón de esto aún no está clara, pero se cree que el estado crónico de inflamación provocado por la obesidad interfiere con la capacidad del sistema inmunológico para responder adecuadamente a una vacuna”.
2- Un caso grave puede ser mucho más difícil de superar
Aún no está claro por qué la obesidad pone a una persona en mayor riesgo de enfermar, pero existen algunas teorías.
“Una idea es que la infección puede exacerbar las dificultades respiratorias que a menudo experimentan las personas con sobrepeso, además se cree que tener más grasa puede ayudar a que el virus se quede más tiempo en el sistema, debido a las propiedades moleculares de las células grasas y de este virus en particular”. explicó el Dr. Stephens.
Cualquiera que sea la razón del mayor riesgo de una persona, es importante tener en cuenta que cuanto más enfermo se sienta, más tiempo le llevará recuperarse.
3- Pasos para proteger tu salud
Todo el mundo debería tomar precauciones para mantenerse sano, pero quienes corren un mayor riesgo de padecer una enfermedad grave deberían ser aún más cautelosos y vigilantes.
El Dr. Stephens recomienda que las personas con obesidad consideren los siguientes consejos para mantenerse saludables durante la pandemia de COVID-19:
• Ser cuidadoso. Todo el mundo debería distanciarse socialmente, usar cubrebocas y lavarse constantemente las manos, pero las personas con obesidad deberían considerar estar aún más atentos a estas medidas preventivas que alguien que, por lo demás, está sano.
• Mantener control sobre condiciones de salud previa. Las personas con obesidad y que tienen otros problemas de salud preexistentes, como enfermedades cardíacas, presión arterial alta y diabetes, deben asegurarse de tomar todos los medicamentos necesarios para controlar su salud en general. Tener más de un problema de salud crónico puede aumentar aún más el riesgo de una persona.
• Apoya tu sistema inmunológico. El sistema inmunológico es complejo y muchos factores contribuyen a una respuesta inmunitaria saludable. Sin embargo, comer sano, hacer ejercicio con regularidad y dormir bien son formas fáciles de ayudar a estimular de forma natural tu sistema inmunológico.
• Pensar seriamente en tomar acción para bajar de peso. Acudir con un especialista para entender por qué una persona está ganando peso y obtener ayuda profesional para cambiar malos hábitos, vencer viejos paradigmas y comenzar a bajar de peso, es de gran relevancia ahora más que nunca, en tiempos de pandemia.
Y aunque no hay una manera rápida ni milagrosa de perder peso, el especialista del Hospital Houston Methodist explicó que nunca es demasiado tarde para comenzar, incluso si estamos en medio de una pandemia.
“Ahora que se está más en casa es importante limitar el tamaño de las porciones, evitar las grasas saturadas, los carbohidratos simples y los alimentos ultra procesados. Además, es importante salir a dar un paseo, caminar y no dejar de ejercitarse. Siempre y cuando mantengas la distancia social, una caminata de 15 minutos es una excelente manera de comenzar de manera segura el viaje hacía la búsqueda de un peso más saludable, especialmente durante esta pandemia”.