El tumor de hígado es la quinta causa de muerte por cáncer en el mundo; tan solo en México en 2018, hubo 7 mil 265 nuevos casos y 6 mil 868 muertes asociadas a este tipo de cáncer, señaló la doctora Laura Ladrón de Guevara, médico especialista en Gastroenterología y Fundadora del Centro de Investigación y Gastroenterología (CIG).
Indicó que para lograr una detección oportuna del cáncer es importante identificar cuáles son los factores de riesgo que podrían derivar en esta enfermedad. A continuación, las cinco más importantes:
- Hígado graso
Uno de los principales factores de riesgo para contraer cáncer de hígado es la acumulación excesiva de grasa en el órgano, siendo una afección muy frecuente entre personas obesas quienes al padecer esta afección, también conocida como esteatohepatitis no alcohólica (NASH), son a su vez propensos a desarrollar cirrosis.
Además, según estudios de la Asociación Americana para el Estudio de Enfermedades Hepáticas, la grasa del hígado es un rasgo que se hereda en un 50% de los casos.
- Hepatitis B
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) la hepatitis B causa anualmente alrededor de 890 mil muertes en el mundo, ligadas directamente al cáncer de hígado. Sin embargo, la mayoría de las personas que contraen VHB se recuperan completamente en pocos meses, y solo un porcentaje muy pequeño de portadores se vuelven crónicos teniendo así un riesgo mayor de cáncer de hígado. Por ello es importante aplicarse la vacuna contra la Hepatitis B que ayuda a prevenir la aparición de este tipo de cáncer.
- Hepatitis C
La condición crónica de infección por hepatitis C es también una de las principales causas del desarrollo de un Hepatocarcinoma, y esto se debe en gran medida por la falta de una vacuna que ayude a prevenir la infección por este virus. El mayor riesgo para contraer esta infección se ha visto relacionado con varios factores como haber recibido una transfusión sanguínea o un órgano trasplantado antes de 1992, inyectarse drogas ilícitas y hacerse un tatuaje o una perforación corporal con equipo contaminado. Sin embargo, siguiendo algunas medidas de prevención se pueden evitar el contagio.
- Hemocromatosis hereditaria
Este padecimiento se caracteriza por una excesiva acumulación de hierro en el cuerpo, lo cual con el paso del tiempo origina un daño en los órganos, siendo los mayormente afectados el hígado, el páncreas y el corazón.
El exceso de hierro en el hígado, por ejemplo, puede causar un agrandamiento del hígado, insuficiencia hepática, cáncer de hígado o cirrosis.
- Diabetes
“Es un hecho que la diabetes aumenta el riesgo de entre 6 a 24 veces de padecer un cáncer hepático, por lo que resulta fundamental que toda aquella persona que padece diabetes acuda a realizarse los chequeos pertinentes, que incluyan un ultrasonido hepático para evitar cualquier complicación en su órgano, indicó la doctora Ladrón de Guevara.
Por ello, es importante mantenernos atentos a cualquier síntoma que involucre cualquier factor de riesgo para nuestro hígado. Ya que detectar temprano una enfermedad, incluyendo un temor hepático, tiene un mejor pronóstico que detectarlo cuando ya mide ocho centímetros de diámetro.