La influenza y la neumonía generan cerca de 30 mil muertes anualmente; sin embargo, se estima que solo la mitad de la población en riesgo se aplica la vacuna, señalan las autoridades de salud pública. Por lo que han arrancado las Jornadas de vacunación contra la influenza en territorio nacional.
La influenza es una enfermedad viral respiratoria que suele manifestarse a las 48 horas del contagio, y aunque la mayoría de los afectados se recupera en una o dos semanas, la forma más eficaz de prevenir complicaciones graves sigue siendo la vacunación, es por ello que la Asociación Mexicana de Farmacovigilancia, aclara algunos mitos sobre la vacuna de la influenza y hace un llamado a la población a que se proteja del virus, acudiendo a las instituciones de salud pública, puestos de vacunación o consultorios privados a aplicársela.
Con esta medida de prevención, además de protegerse y proteger a las personas que los rodean, indirectamente ayudan a reducir la carga sobre los sistemas de salud que están respondiendo a la pandemia del COVID-19.
La Organización Panamericana de Salud (OPS) estima que el virus puede matar hasta 650 mil personas al año mundialmente. Además de que, el riesgo de complicaciones, como neumonía, es mayor para aquellas personas cuyo sistema inmunológico está más vulnerable.
Las vacunas ayudan a que el organismo desarrolle inmunidad, sin provocar la enfermedad. Concretamente, hacen que el sistema inmunitario produzca anticuerpos protectores.
La influenza puede ser una enfermedad grave, especialmente en personas que pertenece a los grupos vulnerables: embarazadas, niños, adultos mayores y personas que padecen enfermedades crónicas. Para obtener protección, vacunarse es una opción segura que debe repetirse todos los años, ya que los virus cambian.
Una dieta sana, rica en vitaminas y minerales, ayude a estar más saludable, pero no garantiza evitar un contagio. La vacunación es una de las medidas de prevención más importante y efectiva.
Los antibióticos se prescriben para combatir las infecciones bacterianas mientras que la influenza es producida por virus. Con antibióticos no se curará la infección ni se evitará el contagio a otras personas. Su uso inadecuado, en cambio, puede causar reacciones dañinas y generar resistencia de las bacterias.
Sobre la desconfianza que persiste entorno a la efectividad de la vacuna de la influenza, Josué Bautista, presidente de la Asociación Mexicana de Farmacovigilancia, señala que la seguridad está garantizada “todas las vacunas son sometidas a pruebas rigurosas a lo largo de las diferentes fases de los ensayos clínicos, además de que siguen siendo evaluadas de manera regular una vez comercializadas. La mayoría de las reacciones a las vacunas son leves y temporales, tales como el dolor en el lugar de inyección o la febrícula”.
En cuanto a las reacciones adversas catalogadas como graves o de seriedad, el presidente de la Asociación hace hincapié en la importancia de que las personas reporten a los laboratorios farmacéuticos cualquier manifestación que les parezca inusual para que se investigue el caso de manera inmediata y con ello, se tenga un perfeccionamiento del tratamiento.
La investigación y el desarrollo de los medicamentos es una labor conjunta en la que la sociedad interfiere de manera positiva a través de la vigilancia de la eficacia, seguridad y calidad de los fármacos.