La artritis reumatoide (AR) es un padecimiento que conlleva un proceso inflamatorio crónico, y a éste se pueden sumar potenciales complicaciones a nivel multiorgánico, ya que se tiene registro de que el 50% de los pacientes con AR pueden presentar Manifestaciones Extra-Articulares (MEA).
Una de éstas, es el incremento de riesgo de presentar un evento cardiovascular, así como otras complicaciones que pueden surgir en órganos como la piel, los ojos y los pulmones.
Este escenario se puede evitar, ya que está descrito que, quienes cuentan con tratamiento y que se encuentran en remisión o control de su enfermedad, reducen el riesgo de un evento cardiovascular en un 80%, al mismo tiempo, disminuyen la incidencia de infarto al miocardio, y de ahí la importancia de acceder al tratamiento oportunamente, ya que la presencia de comorbilidades asociadas en esta enfermedad crónica eleva la mortalidad considerablemente.
Se calcula que el riesgo de un evento cardiovascular en quienes padecen artritis reumatoide es del doble que el de las personas que no la padecen. Por otro lado, el porcentaje de probabilidad de tener un ataque al corazón se eleva hasta un 60% después de uno a cuatro años de haber recibido el diagnóstico.
Cabe mencionar que, en las últimas décadas, se ha encontrado que los pacientes con AR presentan mayor mortalidad cardiovascular, y esto se debe al desarrollo de aterogénesis acelerada, que se refiere a un conjunto de trastornos de las arterias en los que se muestra un engrosamiento y endurecimiento de la pared arterial, como consecuencia de uno de los principales síntomas de la enfermedad, la inflamación, de la cual se sabe que el sistema inmunológico tiene un papel clave al atacar células sanas del cuerpo al confundirlas como un agente externo.
La compañía biofarmacéutica global , convocó a miembros de la comunidad médica al webcast: “La morbimortalidad cardiovascular en pacientes con AR como parte de la estrategia en el tratamiento intensivo”, en donde se conversó sobre la trascendencia que tiene la remisión de la artritis reumatoide al tener relación con una mejor esperanza de vida, menor riesgo cardiovascular y de otras complicaciones extraarticulares para los pacientes.
“Los especialistas en reumatología permanecemos en constante actualización de los avances en el tratamiento de esta enfermedad con una visión multidisciplinaria, con la finalidad de evitar una complicación discapacitante para el paciente, comorbilidades asociadas al padecimiento como lo son las cardiovasculares, así como el incremento de su calidad de vida, por ello consideramos importante fortalecer nuestro conocimiento con acciones que derivarán en mejorar el estado de salud de las personas.” Indica el reumatólogo David Vega, profesor adjunto del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario “Dr. José Eleuterio González” de la UANL, y miembro del Colegio Mexicano de Reumatología. Asimismo, además de causar inflamación, principalmente en las articulaciones y los tejidos que las rodean, la AR es considerada potencialmente discapacitante debido al dolor y la rigidez en las partes afectadas, que pueden derivar en daño estructural irreversible, y por ende, el objetivo principal del tratamiento es lograr la remisión, que se refiere al control de los síntomas y la detención de la progresión de la enfermedad, lo que incluye el alivio del dolor y la inflamación, así como la prevención del daño estructural en articulaciones y de las Manifestaciones Extra-Articulares.