La Hipertensión Arterial Pulmonar es un padecimiento considerado como una enfermedad huérfana, porque su incidencia estimada es de 2.4 casos por millón de habitantes, de acuerdo con el estudio de registro nacional francés del año 2002 y es más frecuente en mujeres que en hombres en relación de 4 a 1.
Uno de los grandes retos a los que se enfrentan los pacientes con HAP en América Latina es lograr el diagnóstico precoz. La demora desde el inicio de los síntomas hasta el diagnóstico puede ser hasta de 4 años promedio. Lo que se traduce en que muchos pacientes inician el tratamiento cuando el estadío de la enfermedad ya está muy avanzado, comenta Patricia Avellana, especialista en cardiología.
El diagnóstico precoz y el acceso a los tratamientos sin pausa pueden hacer una gran diferencia en la calidad de vida de los pacientes y en la disminución de la mortalidad, ya que la expectativa de vida de una persona sin tratamiento puede ser de 2.8 años.
Es por ello que en el marco del mes de la concientización sobre la hipertensión pulmonar y del día latino de la hipertensión pulmonar -que se celebra hoy- se convocó a periodistas de América Latina para enfatizar la importancia de contar con un diagnóstico precoz y el acceso a tratamientos oportunos y continuos para que los pacientes con HAP, que pueden tener un pronóstico terminal, no pongan en pausa su salud durante la pandemia.
“La hipertensión arterial pulmonar (HAP) es un tipo de hipertensión pulmonar del grupo 1; es una enfermedad grave, progresiva y discapacitante, que se caracteriza por el aumento de la presión en las arterias pulmonares, y que vuelve difícil la actividad que para los seres humanos siempre ha sido sencilla y natural: respirar”, afirma el neumólogo Dr. Tomás Pulido, jefe del departamento de cardio neumología del Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez en Ciudad de México.
“Debido a que los signos y síntomas son similares a los de otras afecciones cardiacas y pulmonares, la HAP es difícil de diagnosticar. No tratarla o diagnosticarla a tiempo puede dar lugar a una insuficiencia cardiaca, una de las causas más frecuentes de muerte en estos pacientes”, continua el doctor.
Falta acceso continuo a los tratamientos innovadores y de calidad
En muchos países de América Latina, los pacientes diagnosticados con HAP no consiguen los tratamientos oportunos o las terapias innovadoras que pueden detener la progresión de la enfermedad y disminuir la mortalidad. En algunos, solo hay acceso limitado a ciertos medicamentos y en otros solo se consiguen a través de una autorización especial.
“Hay una gran oportunidad de crear conciencia y trabajar con los sistemas de salud para que consideren la HAP como una enfermedad prioritaria, y que todos tratamientos estén disponibles de forma continua y sin pausa para los pacientes”, agrega la Dra. Patricia Avellana.
Incrementar la educación sobre la enfermedad y su impacto en la sociedad es fundamental para que los pacientes con hipertensión pulmonar arterial en América Latina no pongan en pausa su salud.