Natura inauguró su nuevo Centro de Innovación en Cajamar (São Paulo), que expandirá la capacidad científica de la compañía para profundizar sus estudios de ingredientes naturales con foco en la biodiversidad brasileña.
El nuevo parque tecnológico, uno de los más avanzados de América Latina, fue presentado a la comunidad científica, periodistas y líderes de opinión en un tour virtual, el primero realizado por la compañía.
El Centro, que consolida la posición de la empresa a la vanguardia de la innovación en cosméticos con ingredientes naturales, reúne laboratorios y equipos distribuidos a lo largo de cuatro pisos conectados por una torre de almacenamiento.
A la celebración se unieron la Doctora Jaqueline Goes, coordinadora del equipo que hizo la secuenciación del ADN del virus SARS-CoV-2 y del virus del Zika, quien dijo que es necesario incrementar la productividad científica en la región. Asimismo, participó Maitê Lourenço, fundadora de Black Rocks Startups, la cual busca motivar a la población negra a acceder a la innovación y a la tecnología.
La tecnología aumenta la eficiencia de los estudios al facilitar el almacenamiento y manejo de prototipos por parte de los investigadores, que ahora tendrán la posibilidad de manejar más de 2 mil proyectos al mismo tempo.
La torre también garantiza la seguridad de los proyectos en estudio, manipulados únicamente por el equipo de I&D a partir de un check-out electrónico, sistema de ingreso que permite rastrear a los investigadores responsables tanto por el almacenamiento, como por el movimiento de cualquier material.
“Queremos estar listos para asimilar rápidamente cualquier innovación con potencial de generar impacto positivo en nuevos procesos y mantenernos a la vanguardia. Con equipos disponibles apenas en los más grandes centros de investigación del mundo, el nuevo Centro de Innovación apalanca la innovación y el desarrollo de fórmulas naturales con ingredientes seguros, potentes y exclusivos de la biodiversidad brasileña, especialmente de la Amazonía, sin realizar pruebas en animales para comprobar la seguridad y eficacia de nuestros productos”, explica Roseli Mello, Directora Global de I&D de Natura.
Entre los beneficios del nuevo centro, se encuentra la reducción del tiempo de prototipado, una mejor gestión de conocimiento y una importante optimización de flujos de trabajo. “La belleza del Centro de Innovación es que integra décadas de inteligencia y tecnología de Natura para generar, con mayor eficiencia y en menor tiempo, más valor para la sociedad, algo que nunca pasa de forma aislada”, explica Roseli.
Pensando en eso, el segundo piso alberga el espacio maker y salas para realización de encuentros y hackatones, lo que permitirá que consultoras y consumidores participen directamente de procesos de elaboración, madurez y perfeccionamiento de prototipos.
La empresa actúa con innovación abierta desde hace cerca de 20 años en colaboración con una red de socios globales. En los últimos cinco años, este ecosistema cuenta con 575 organizaciones, como empresas, universidades, centros de investigación, agencias de fomento, startups entre otras.
El cuarto piso, que había sido inaugurado en 2019, fue totalmente readaptado para eliminar el contagio y cuidar de su red durante la pandemia. Para eso, la empresa redujo la circulación diaria de investigadores, intensificó la frecuencia de higienización y reforzó el uso de EPIs, entre otras medidas preventivas. Los sistemas nativos de filtración de aire y presión negativa de los ambientes también ofrecen la mayor seguridad para que los equipos puedan seguir llevando a cabo las actividades esenciales.
Es en estos espacios en los que se desarrollan nuevos ingredientes naturales, cuyo proceso comienza con la bioprospección en la selva y el establecimiento de la cadena productiva sostenible de las especies seleccionadas, pasando por procesos de extracción que siguen los principios de la química verde, hasta llegar a la comprobación pre-clínica de estos ingredientes activos en dichos laboratorios, usando piel 3D, por ejemplo.
Entre los equipos con tecnología de punta utilizados en estos procesos están los secuenciadores de DNA, biorreactores (para transformación de células, enzimas o microorganismos) y cromatógrafos de gaseosos y líquidos, que separan, identifican y cuantifican compuestos de aceites esenciales y bioactivos. Una de las últimas adquisiciones de la empresa fue un cromatógrafo acoplado a un accesorio que logra absorber el aroma del aire e identificar químicamente los compuestos presentes en el aroma.
Otro equipo de alta sensibilidad es el espectrofotómetro de masa, capaz de identificar compuestos que están presentes en diminutas cantidades y que pueden ser benéficas para el consumidor. Con esta técnica, Natura descubrió a lo largo de muchos años más de 40 compuestos inéditos con propiedades biológicas exclusivas.
Actualmente, el equipo de I&D de Natura reúne 253 colaboradores y el valor que la empresa invierte en innovación, cada año, de cerca de 2.4% de su facturación líquida. Solo en 2019, se lanzaron 330 productos y se registraron 27 patentes. El año pasado, el Índice de Innovación – participación de la venta de productos lanzados en los últimos 24 meses sobre la facturación bruta total del año – alcanzó 58.4%, mostrando el impacto de las innovaciones para el negocio.