El Virus del Papiloma Humano (VPH) es una importante causa de morbilidad y mortalidad en las mujeres y globalmente es una prioridad para la salud pública, ya que dos tipos del virus (16 y 18) son los causantes del 70% de los cánceres del cuello del útero. Actualmente este tipo de cáncer está considerado el cuarto tipo de cáncer más común en las mujeres en todo el mundo, causando 311 mil muertes anualmente.
Ante este panorama, la Organización Mundial de la Salud (OMS), hizo un llamado a los actores clave del ecosistema de salud del mundo, para que en conjunto se impulse la Estrategia Mundial para Acelerar la Eliminación del Cáncer del Cuello Uterino, iniciativa puesta en marcha en noviembre de 2020 y que busca alcanzar una reducción de más del 40% de nuevos casos de la enfermedad y evitar 5 millones de muertes relacionadas con ella para el año 2050.
Una de las acciones clave que permitirá alcanzar este importante resultado es lograr que el 70% de las mujeres sean examinadas antes de los 35 años y nuevamente antes de los 45 años mediante una prueba de alta precisión. Y es que las pruebas de diagnóstico para detectar el VPH y evaluar el riesgo de desarrollo de cáncer de cuello uterino desempeñan un papel clave en la prevención como parte de las metas fijadas para 2030.
El uso de pruebas diagnósticas precisas permite a los especialistas y a los sistemas de salud ofrecer eficiencia y acceso a alternativas para una detección temprana, misma que se traducirá en la derivación a un tratamiento oportuno para aquellas mujeres que lo necesiten.
Directivos de Roche manifestaron su compromiso de colaborar con la OMS en el impulso de acciones para acelerar la eliminación del cáncer cervicouterino a través de su Programa de Acceso Global a Pruebas, y así incluir test de diagnóstico para VPH, generando un apoyo directo a los sistemas de salud para brindar un mayor acceso y que cada vez más mujeres tengan diagnósticos de calidad.