Por Antonieta Sea Loranca
Para el bebé, el sueño es tan importante como el alimento, ya que no dormir lo suficiente puede afectar su salud, estado de ánimo, desarrollo y aprendizaje. Sin embargo, durante esta primera etapa de su vida, diversos factores pueden interrumpir su sueño afectando su descanso, y causando llanto e irritabilidad. Uno de los más frecuentes es el pañal sucio y las rozaduras en esta área. Afortunadamente, esto se puede evitar conociendo la piel del bebé e implementando una rutina desde temprana edad.
Lo primero que debes conocer es que, para los recién nacidos, la piel es el primer contacto que tienen con el mundo exterior; además de que, a través del tacto, se favorece el apego entre madre e hijo. Sin embargo, a pesar de que la piel del bebé posee el mismo número de capas que la de un adulto, es mucho más frágil.
Esto se debe a que la capa más externa y superficial de la epidermis tiene mucho menos espesor, dificultando que funja como barrera protectora frente a agentes externos; aunado a que produce menos queratina, una proteína fundamental para proteger la piel.
Asimismo, las glándulas sebáceas no han alcanzado el grado de madurez adecuado y tampoco tienen normalizada la sudoración ni el control de la temperatura, lo que ocasiona que la piel se reseque y agriete con mayor facilidad.
El pH de los bebes tiende a la neutralidad, lo que incrementa la posibilidad de sufrir infecciones por eso es importante la higiene e hidratación en el área del pañal. El exceso de la humedad en la zona, la fricción constante, el contacto con la orina y enzimas fecales, incrementan las posibilidades de daño y dermatitis irritativa por pañal (DPi), la cuan se pueden identificar fácilmente por:
- Inflamación
- Manchas rosadas o rojas en la piel
- Descamación
De acuerdo con el Instituto Nacional de Pediatría, la Dpi es la principal causa de consulta en lactantes y preescolares, con una prevalencia que oscila entre 40 y 50% y un pico máximo entre los 6 y los 12 meses de edad.
“Así, es importante comprender que un bebé no llora por capricho, por el contrario, el llanto siempre se asocia hacia alguna angustia o malestar, y éste en algunas ocasiones puede relacionarse con hambre, frio o calor, así como por la humedad y suciedad del pañal; afectando el descanso y sueño de los bebés. Un ejemplo de lo que se puede hacer cuando esto suceda, es tomar en brazos al recién nacido cuanto antes e intentar comprenderlo, para posteriormente revisar si tiene el pañal mojado o sucio, si tiene hambre y necesita alimentarse por un período más largo o con más frecuencia; tal vez sólo esta incómodo, tenga frío o calor. Recordemos que tener al bebé en brazos no lo malcría, al contrario, aumenta la confianza en sus padres, se relaja y aprende nuevas formas de comunicación”, comentó Patricia Beltrán, asesora certificada en sueño infantil de A La Camita.
El Dr. Víctor Mundo, Medical Advisor and Lead de Bayer México, agregó que para evitar que el bebé sufra este problema, lo ideal es prevenir. “Para ello, la mejor estrategia es la aplicación de un producto de efecto barrera que proteja la piel en cada cambio de pañal y mantener una higiene adecuada. En este sentido, la DPi leve a moderada se puede tratar con tópicas de barrera en forma de cremas, que deben ser hipoalergénicas y de alta tolerabilidad, sin ingredientes potencialmente sensibilizantes, como perfumes, conservadores o antisépticos. Una buena opción es usar una pomada que contenga Dexpanthenol o provitamina B5, como Bepanthen Pomada Protectora contra Rozaduras, ya que además de crear una capa protectora que previene la irritación de la piel, también ayuda a que la piel se regenere en caso de que ya se presente algún tipo de lesión. En los casos de DPi severa, es necesaria visitar al médico para que pueda hacer un diagnóstico adecuado e instaurar el tratamiento oportuno”.
Si el bebé tiene una piel sana, dormirá mejor y así los papás podrán promover, desde los primeros meses, que el bebé adopte buenos hábitos de sueño, lo cual sin duda favorecerá su crecimiento, aprendizaje, memoria y atención.
Fotos. Cortesía