Durante la emergencia sanitaria, el número de adolescentes con necesidades insatisfechas de anticoncepción podría incrementarse de 29.6% a 35.5% en un escenario moderado, de acuerdo con estimaciones del Consejo Nacional de Población (CONAPO). Mientras que, podría alcanzar hasta 38.4% en un escenario crítico, repercutiendo en 191,948 embarazos no deseados de adolescentes en el primer escenario y en el segundo hasta los 202,770 casos, estimados a registrarse entre 2020 y 2021.
El embarazo adolescente se considera un problema social y económico. Estos problemas incrementaron la importancia de priorizar la provisión de atención anticonceptiva, no solo durante la emergencia sanitaria por COVID 19, sino en todo momento. En México, la Estrategia Nacional de Prevención del Embarazo Adolescente busca disminuir el número de embarazos en los adolescentes. Para 2030, la meta es reducir el 50% la tasa de fecundidad en personas de 15 a 19 años de edad.
Cuando una niña de 15 años o menos se embaraza, tiene una probabilidad cuatro veces mayor de mortalidad materna, comparado con el grupo etario de 20 a 24 años. Además de presentar complicaciones en su estado de salud durante y después del parto, enfrenta consecuencias en su desarrollo emocional, social, educativo, laboral y familiar que impactan significativamente en su calidad de vida.
La Dra. Carmen Juárez, consultora de género señaló que el 27% de las adolescentes tienen hijos no planificados (no lo esperaban) y el 23%, hijos no deseados, lo que resulta en abandono escolar, mala situación económica y en una crianza en un entorno desfavorable.
Siguiendo con las estadísticas, la especialista comentó que en México, el 25% de los adolescentes tienen relaciones sexuales y el 50% usaron un método anticonceptivo después de haber tenido a su primer hijo.
Apuntó que en la semana epidemiológica número 15 de 2021, la morbilidad materna extremadamente grave se debió a enfermedad hipertensiva del embarazo con 1,774 casos (43.6%), hemorragia obstétrica con 595 casos (14.6%), aborto con 49 casos (1.2%) y por COVID-19, 77 casos (1.9%).
Por un acceso a servicios de salud sexual
De acuerdo con el Fondo de Población de las Naciones Unidas, todas las mujeres deben tener acceso a servicios integrales de salud sexual y reproductiva, que incluya atención prenatal, perinatal y postnatal, además ayuda a proteger a las mujeres de las consecuencias negativas para la salud al enfrentarse a un embarazo no deseado, por ello es importante que las personas puedan seguir accediendo a la información y servicios anticonceptivos durante la pandemia.
El Dr. Said Plascencia, director médico Asociado de Salud Femenina de Organon, señala que, ante este panorama, la apertura de centros de salud a nivel nacional es una acción de gran importancia, brindar de manera segura todos los servicios esenciales de atención médica que las mujeres requieran, contribuye a reducir los embarazos no planeados.
“Es importante destacar que los centros de salud brindan a las personas acceso a métodos anticonceptivos, orientación en planificación familiar, servicios de salud materna y neonatal, así como atención a niñas, niños, adolescentes y mujeres que viven alguna situación de violencia, incluyendo la sexual”, enfatizó el Dr. Plascencia.
Indicó que es necesario el fortalecimiento de acciones y programas que permitan mayor conocimiento del uso de métodos anticonceptivos, su acceso y elección libre e informada por parte de los y las usuarias.