minientrada ¿Qué significa la mutación de un virus y cómo nos defendemos de ellos?

Los virus son microorganismos de material genético y abundan de manera exorbitante en nuestro planeta. De hecho, más del 40% del material genético de las personas está conformado por virus y son vitales para muchas actividades metabólicas. No obstante, hay algunos que mutan y se convierten en un peligro para el ser vivo que lo hospeda.

A lo largo de los años, la humanidad ha sido abatida por diferentes pandemias originadas por un virus que muta. En 1918 la Gripe Española arrebató más de 50 millones de vidas.

Antes de la creación de una vacuna y su erradicación en 1980, la viruela provocó la muerte de al menos 300 millones de personas en el siglo XX; en la historia reciente, durante el año 2009 la influenza H1N1 causó que más de 200 mil personas perdieran la vida y se calcula que cada año al menos 60 mil son contagiadas; afortunadamente hoy ya existen medicamentos antivirales que la contratacan.

¿Qué hace que todos estos virus sean tan mortales y peligrosos?

En el año de 1930 la información más grande que se tenía respecto a los virus era que requerían de un agente vivo para poder sobrevivir y reproducirse. Hoy en día el avance en la ciencia nos permite conocerlos mejor e incluso generar remedios que nos ayuden a prevenir y aliviar las enfermedades que provocan.

Un virus está conformado por moléculas o material genético que puede ser ADN (ácido desoxirribonucleico) o ARN (ácido ribonucleico). Cuando estas moléculas entran a un agente vivo, invaden sus células y comienza a reproducirse provocando la enfermedad.

Como respuesta automática, nuestro sistema inmunológico ataca al virus, y si es lo suficientemente fuerte logrará erradicarlo en unos días. Sin embargo, en ocasiones no será suficiente y es donde la ciencia entra con medicamentos o vacunación, que hace que tu organismo reconozca el virus y sepa cómo atacarlo de inmediato.

Como sabemos, cuando una persona es infectada, puede contagiar a otras de diferentes maneras dependiendo del tipo de virus, ya sea por vía respiratoria, sanguínea, entre otras.

Al final, el virus se comporta de la misma forma: pasa de un huésped a otro haciendo una copia exacta de la secuencia de ARN o ADN. Sin embargo, con el paso del tiempo y cambio de huéspedes, al tratarse de material genético, resulta casi obvio que en algunas de esas “copias” haya un error y una molécula sea sustituida por otra, provocando la mutación del virus.

Algunos virus son más propensos a mutar que otros, tal fue el caso de la influenza H1N1, que contiene material genético ARN, y cada año genera nuevas cepas. De ahí la necesidad e indicación por parte de las autoridades sanitarias de vacunarnos anualmente contra este virus, pues cada año la vacuna protege contra las cepas de mayor riesgo de contagio al momento.

Pareciera un escenario interminable; sin embargo, la ciencia está de nuestro lado y nos protege. Actualmente las farmacéuticas ya se encuentran trabajando en estudios clínicos sobre las nuevas variaciones de COVID-19 y evalúan la necesidad de una nueva vacuna; en el caso de la influenza ya existen medicamentos antivirales como el Oseltamivir, que ayuda a prevenir y tratar la influenza tipo A y B.

Los virus avanzan y evolucionan, pero también la ciencia; y mientras eso ocurre lo mejor que podemos hacer es informarnos y actuar con responsabilidad ante este tipo de enfermedades.

Sigue las indicaciones de las autoridades sanitarias, si te es posible quédate en casa, usa cubrebocas y mantén tu sana distancia. En el caso de virus ya identificados como la influenza, donde se sabe que hay una época del año donde se es más propenso a contagiarse, cuídate, infórmate sobre los síntomas y remedios farmacológicos aprobados.

Recuerda que la información te ayuda a cuidar de ti y de los que más amas.

 

Fotos: Pixabay

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *