La psoriasis es una enfermedad inflamatoria, sistémica, crónica en la cual se produce una aceleración en el ciclo de crecimiento de las células de la piel, ocasionando la aparición de áreas gruesas y escamosas de color rojo, mismas que pueden ocasionar picazón, dolor y en ocasiones pueden llegar a agrietarse y producir sangrados.
En consecuencia, el paciente puede desarrollar preocupación sobre su apariencia personal, estrés emocional, sentimientos de vergüenza, baja autoestima, estigmatización, exclusión social y dificultades laborales que, con frecuencia, pueden provocar un gran impacto psicológico, inclusive, asociarse a síntomas ansioso-depresivos.
Anteriormente se consideraba a la psoriasis como una enfermedad que únicamente tenía repercusiones en la piel, pero hoy en día, se sabe que es un padecimiento ligado a la artritis psoriásica, la obesidad, el sobrepeso y a problemas cardiovasculares. Se estima que a nivel mundial impacta al 2% de la población.
De acuerdo con información gubernamental, en México la prevalencia (2%) representa aproximadamente 2.5 millones de personas afectadas, de las cuales del 25 al 30% pueden cursar con un cuadro clínico de moderado a severo y se encuentra dentro de las primeras 15 enfermedades de la piel más frecuente en México.
Ante esta problemática, la doctora Lorena Estrada Aguilar, jefa del servicio de dermatología en el Hospital Regional “Lic. Adolfo López Mateos” del ISSSTE en Ciudad de México apuntó que, si bien existe un progreso significativo en el tratamiento de la psoriasis, todavía hay muchos pacientes que no logran una eliminación sustancial de las lesiones en la piel, un alivio de los síntomas o mejoras en su calidad de vida.
Actualmente diversas guías de tratamiento internacionales señalan como meta del tratamiento una mejoría de las lesiones cutáneas por encima del 90% ya que el objetivo final para los pacientes es tener una calidad de vida que no se vea afectada por la enfermedad. De ahí la importancia de contar con tratamientos que en sus resultados clínicos logren una piel libre de lesiones entre un 90 – 100% en un alto porcentaje de pacientes con un esquema de aplicación cómodo para el paciente, enfatizó la doctora Estrada.
La buena noticia es que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) otorgó recientemente el registro de Risankizumab para el tratamiento de la psoriasis en placa moderada a severa en adultos.
“Con la aprobación de esta terapia, AbbVie tiene el potencial de cubrir las necesidades insatisfechas de más pacientes con psoriasis moderada o severa, lo que representa un resultado tangible de los esfuerzos que realizamos día a día en materia de investigación científica y marca un parteaguas en el abordaje de esta enfermedad”, dijo Omar Tomey, director médico de AbbVie.
Para finalizar, los especialistas subrayaron que este fármaco es un producto de prescripción médica y cualquier duda debe ser respondida por un médico.
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