Los pacientes con algún trastorno de la piel tienen un mayor riesgo de sufrir depresión y las personas con hidradenitis supurativa (HS) pueden verse especialmente afectadas, ya que es un padecimiento que se asocia a importantes molestias y posible deformidad, lo que puede tener un efecto negativo en su calidad de vida, al respecto se reporta que la ideación suicida en estos pacientes es dos veces mayor que la identificada en la población general.
La Fundación Mexicana para la Dermatología (FMD) busca crear conciencia en torno a la hidradenitis supurativa y destacar la importancia de contar con un equipo multidisciplinario de especialistas para su tratamiento integral.
Dicha afección, también conocida como acné inverso, es de carácter inflamatorio crónico que se caracteriza por la aparición recurrente de nódulos dolorosos o abscesos, además de fístulas que secretan líquido con mal olor. Asimismo, propicia el sentimiento de vergüenza por parte del paciente, estigma social y puede tener un impacto perjudicial en las relaciones interpersonales.
La doctora Rossana Janina Llergo Valdez, dermatóloga y presidenta de la FMD mencionó que la principal molestia de los pacientes con HS es el dolor provocado por las lesiones, en su mayoría abscesos, y el mal olor de las secreciones por sobreinfección bacteriana.
Se trata de un padecimiento que se asocia con obesidad y sobrepeso, síndrome metabólico y tabaquismo. Además, resaltó, que la hidradenitis supurativa es una enfermedad inmunomediada, ya que se trata de un padecimiento inflamatorio crónico originado por alteraciones del sistema inmunológico y que dentro de sus complicaciones, destacan las cicatrices que se generan y que pueden causar restricción del movimiento y estados de depresión asociados a la gravedad del padecimiento.
“La enfermedad genera un impacto profundo en la calidad de vida no solo por los síntomas físicos, sino por el impacto que produce en la esfera emocional, económica y social”.
En México, se estima que el 81% de las personas con HS sufren de problemas emocionales y psicológicos a causa de ésta, mientras que el 47% afirma que ha impactado de manera importante en su vida sexual.
Si tenemos en cuenta que el promedio de aparición del padecimiento es alrededor de los 34 años, aunque puede presentarse a cualquier edad, se ha demostrado que tiene un impacto significativo en la productividad laboral y afecta negativamente las oportunidades de avance profesional, en gran parte porque el 63% de los pacientes ocultan sus síntomas, al grado de presentar aislamiento social y pérdida de productividad.
En este sentido, Luis Ernesto González Soto de 25 años, paciente diagnosticado con HS, explicó: “es una condición paralizante que te orilla a retraerte socialmente de familia y amigos, y no poder vivir momentos significativos, llevo más de 10 años desde la aparición de los primeros síntomas y sin duda, el reto más grande que me ha generado esta enfermedad es la incapacidad de encontrar un trabajo y poder continuar con mis estudios”.
Sobre la complejidad en su detección y su abordaje, agregó: “pasé por varios médicos y diagnósticos erróneos y ningún tratamiento funcionaba; hoy finalmente puedo ponerle nombre y entender qué me pasa, tengo la esperanza de algún día alcanzar el control de los signos y mantener una vida plena”, apuntó.
La suma del dolor, la inflamación y el estrés emocional que supone tener tal padecimiento parece desempeñar un papel en la causa de la depresión y estudios han revelado que este trastorno es común en las personas que tienen hidradenitis supurativa.
La doctora Llergo apuntó que “un abordaje adecuado debe de considerar un equipo multidisciplinario de especialistas para ayudar a mejorar la calidad de vida de los pacientes, pues un diagnóstico y tratamiento oportuno, ayudan a mantener en control a tan impactante enfermedad”.
Finalmente, la presidenta de la Fundación enfatizó que la hidradenitis supurativa es una afección que debe ser entendida y abordada adecuadamente desde distintas perspectivas de forma temprana, a fin de evitar problemas en la esfera social y personal. “Es esencial que los pacientes cuenten con el soporte de especialistas para que puedan continuar con sus actividades diarias, con la comprensión de que se trata de una enfermedad que puede ser controlada de manera exitosa, con un abordaje integral”, puntualizó.
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