De acuerdo con cifras del Global Cancer Observatory (GLOBOCAN), en México se registran hasta el 2020, 19 mil 495 personas con linfoma No Hodgkin, de la cuales murieron 3 mil 071; con linfoma Hodgkin 7 mil 406, de la cuales fallecieron 610; y con leucemias, hay 21 mil 288, con 4 mil 786.
Mientras que tan solo en ese mismo año, se registraron en nuestro país más de 18 mil nuevos casos de cánceres hematológicos, 6 mil 840 fueron por linfomas no Hodgkin, 2 mil 266 por linfomas Hodgkin y 6 mil 955 por leucemias.
Muchos de los cánceres hematológicos, entre ellos, los linfomas No Hodgkin y la leucemia linfocítica crónica se presentan, principalmente, en personas adultas o adultas mayores, quienes, si no reciben desde la primera línea un tratamiento adecuado, suelen sufrir varias recaídas, lo que afecta drásticamente a su salud física, mental, emocional y desde luego, a su economía y a la de sus familiares.
Durante su participación, el Dr. Luis Villela afirmó que “si bien, la leucemia linfocítica crónica es hoy una enfermedad mejor entendida […] el buen uso de los tratamientos innovadores para el manejo de las enfermedades hematológicas en México le permitiría al país ahorrar dinero y brindar una mejor atención a los pacientes de estas patologías”.
El diagnóstico de la LLC se requiere examen clínico y biometría hemática (estadio de Rai o Binet), Beta-2-microglobulina, mutación de TP53 o FISH para Del17p, estado mutacional de IGHV (no mutado).
Actualmente se cuenta con tratamientos de precisión como son inhibidores de BCL2 (venetoclax), inhibidores receptor de la célula B(Tki), anticuerpos monoclonales contra receptor CD20 (Obinutuzumab/rituximab), quimioterápicos (alquilantes) como bendamustina, clorambucil.
Durante su intervención, la Dra. Gladys Agreda señaló que “resulta ser una ardua tarea tratar de concientizar y sensibilizar a la población sobre este tipo de enfermedades que, a primera instancia, parecen poco frecuentes, pero cuando vemos el impacto en la población sabemos que no es así […] la mayor problemática es justamente la población no derechohabiente sin acceso a un servicio de salud que depende de lo que ahora es el INSABI y de las instituciones de alta especialidad que son dependientes de la Secretaría de Salud”, puntualizó.
De acuerdo con estadísticas del INCan, las personas con cánceres hematológicos tardan de seis meses a dos años en ser diagnosticadas, lo que se traduce en pacientes que se encuentran en etapas avanzadas (III y IV), cuyo tratamiento representa un alto costo para el sistema de salud y para ellos, limitadas probabilidades de supervivencia.
Durante el evento se resaltó la importancia de los protocolos de atención médica de los cánceres hematológicos en nuestro país, siendo que éstos consolidan el conjunto de recomendaciones sobre los procedimientos diagnósticos a utilizar ante cualquier persona enferma con un determinado cuadro clínico, o sobre la terapia más adecuada ante un diagnóstico clínico o un problema de salud.
También contribuyen a la reducción de la necesidad de realizar exámenes innecesarios que traigan riesgos de complicación para el paciente y costos para el sistema de salud.
De forma que, el Dr. César Cruz enfatizó que la relevancia de “los protocolos técnicos de atención radica en que permiten obtener mejores resultados al reducir la variabilidad en la práctica clínica, establecer criterios diagnósticos de seguimiento, tratamiento y gestión, y establecer criterios de atención priorizada, así como facilitar el registro y control de la atención”, concluyó.
En el evento se presentaron también las guías de acceso y atención para personas con Linfomas no Hodgkin que se atienden en el Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI) y beneficiarias del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), cuyo objetivo es “orientar a las personas con este cáncer, en los procesos administrativos y médicos necesarios para acceder a la atención en la Unidades Hospitalarias del INSABI de la Secretaría de Salud, de los Institutos Nacionales y Hospitales Regionales de Alta Especialidad y a personas beneficiarias del IMSS” señaló la Mtra. Ma. Eugenia Prieto Rodríguez Coordinadora de Comunicación y Políticas Públicas de Unidos Pro Trasplante de Médula Ósea “Francisco Casares Cortina, A.C.
“En México, los protocolos son el balance entre la utilización del arsenal terapéutico disponible en el Compendio Nacional de Insumos para la Salud y el uso racionalizado y eficiente de los recursos para salud que son limitados y finitos. De ahí su importancia como parte de los ejes prioritarios que contribuyan a sentar las bases de la cobertura universal de salud para las personas con cánceres hematológicos” puntualizó Paulina Rosales, directora de la Asociación Unidos Pro Trasplante de Médula Ósea “Francisco Casares Cortina, A.C.”.