“Un regalo llamado cáncer”: la visión de un paciente

Si tan sólo diéramos sin esperar nada a cambio, entenderíamos que al dar ya estamos ganando, y sería un acto de puro amor incondicional, sería dejar que la energía positiva que genera el dar regrese a nosotros como energía seguramente multiplicada”, explica Ricardo Calderón de la Barca, autor del libro “La Envoltura y el Regalo” y quien es un sobreviviente de cáncer, al presentar su primera obra literaria que se ha convertido en best seller en su versión digital.

Con el apellido de un grande la literatura española, el autor señala que “la vida primero te pondrá la envoltura y después te mostrará el regalo, pero está en tu actitud, en tu carácter y en tu forma de enfrentar la vida, el poder apreciar el increíble aprendizaje en cada presente”.

Quizá no podamos entender por qué el autor nos habla de un presente cuando hablamos de cáncer. Él nos comenta que su experiencia lo llevó a entender que el regalo más preciado se llama tiempo y es invaluable porque nunca regresa, cada día se va agotando y cuando menos lo piensas se termina. Es por ello, que este libro trata de confrontarte si llegaste a la vida como una envoltura o como un regalo para el mundo y para ti.

Esta noción del tiempo la entendió Ricardo Calderón de la Barca cuando enfrentó el cáncer. Desde los ocho años formó parte del equipo de natación por lo que era un hombre saludable; sin embargo, al llegar a la juventud y de forma inesperada comenzó a tener un dolor muy fuerte en la espalda baja que corría hacía ambas piernas. “Era como un par de agujas enterradas que mandaban descargas eléctricas a las piernas provocando mucho dolor”.

En menos de dos meses, su cuerpo atlético se transformó en una persona encorvada, con un andar lento y con muchos dolores. A esto se sumó la incapacidad para hacer ejercicio y moverse naturalmente. Esto cambió por completo su estilo de vida.

Luego de dos años de diagnósticos erróneos y a petición personal le hicieron una resonancia magnética que pudo revelar la existencia de un tumor de aproximadamente 9 centímetros y que obstruía todos los nervios que van del cerebro a las extremidades inferiores y a otros órganos del cuerpo, lo que ocasionaba los dolores y su incapacidad motriz.

Al día siguiente del diagnóstico empezó a tomar acciones concretas y a programarse ante las posibles consecuencias. Comprendió que debía visualizar al ejército que se encontraba en su cuerpo y que lo iba a defender, pero, si lo dejaba de motivar y no le daba un propósito por el cual vencer al enemigo, difícilmente lograría la meta.

Tras su operación, el doctor le dio el resultado: el tumor era maligno, así comenzó su tratamiento de radiaciones diarias. Tres meses después de su tratamiento, los radiólogos llamaron al doctor porque vieron algo “muy raro”. El tumor había desaparecido como si nunca hubiera estado ahí, solo se veía algo del tamaño de la cabeza de un alfiler.

“Siempre he pensado que si tu cuerpo es capaz de crear cáncer también puede acabar con él. No puedes dejarte vencer sólo porque existe la creencia de que un “cáncer puede matarte”.

El autor afirma que todo está en nuestra actitud ante la vida, en la forma en que enfrentamos nuestras realidades, retos y problemas. Su libro es una reflexión de la vida, de los triunfos y las dificultades y nos enseña que las enfermedades se pueden convertir en regalos extraordinarios de vida.

“Los regalos llegan envueltos de manera extraña, tanto que a primera vista no los comprendemos, pero finalmente son regalos que debemos abrazarlos, aceptarlos y enfrentarlos para encontrar eso tan grande que existe detrás de la envoltura”, concluye al ver su primer libro que deja al descubierto su alma y ser para ayudar a los demás a través de su experiencia y ganas de vivir.

Este libro ofrece una serie de regalos, así como una nueva idea interactiva para leerlo, la cual el lector podría descubrirla a lo largo de sus páginas.

Fotos: Cortesía

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