La franquicia mexicana Cassava Roots apoya a jóvenes con Síndrome de Down, a través de donativos dirigidos a la Asociación Pavo Down, cooperativa que da empleo a este sector de la población, gracias a un financiamiento colectivo que les permite la producción y venta de alimentos de pavo.
En el marco del Día Mundial del Síndrome de Down, Cassava Roots anunció la entrega de donativos económicos y en especie para Pavo Down, además de la promoción de sus productos para que puedan incrementar sus ventas. Cassava Roots se suma en los tres proyectos que busca Pavo Down.
“El financiamiento, pues tienen que crear un centro que certifique sus productos para que puedan venderse en más lugares; además de la entrega de donativos en especie como equipos de cómputo o tarimas para sus eventos; y la otra es ayudar a promover sus productos pues están buscando homologar sus ventas en todos los meses y no solo en noviembre o diciembre que es cuando se consume más el pavo”, explicó Edgar González, socio director de Cassava Roots.
Lo anterior forma parte de las acciones que la compañía impulsa en los últimos años y que la han llevado a recibir el distintivo de Empresa Socialmente Responsable (ESR), mismo que le fue concedido el 21 de febrero pasado por el Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi) en reconocimiento a su aportación a la comunidad, su excelente ambiente laboral y el apoyo a la preservación del medio ambiente.
Además, organizó un día de convivencia para los jóvenes que integran a la Asociación Pavo Down, llevándoles la experiencia de cómo preparar su propia bebida con tapioca y otras actividades como el juego de lotería.
Para Gabriela Mendoza, directora general de la Asociación Pavo Down, la colaboración y apoyo de Cassava Roots es relevante porque permite continuar ofreciendo empleo permanente a más jóvenes con Síndrome de Down y poder expandirse a otros estados de la República a través de la venta de los productos de pavo.
Mendoza asegura que ante la falta de apoyos por parte de instituciones financieras que se niegan a otorgar créditos a cooperativas como Pavo Down, la única solución que han encontrado para subsistir es a través del fondo colectivo, en donde participa la sociedad civil y algunas empresas como Cassava Roots.
Actualmente Pavo Down ofrece empleo a 16 jóvenes en la Ciudad de México, pero espera poder ampliarse a otros estados como Monterrey, Chiapas, Oaxaca y Jalisco, para atender las necesidades de más niños y jóvenes con Síndrome de Down y poder ofrecerles empleo permanente sin restricciones o pruebas que amenacen su permanencia en la compañía.
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