En México, las enfermedades de origen bucodental son consideradas un problema de salud pública por su alta prevalencia, dentro de estas están la caries y la enfermedad periodontal que afectan a más del 90% de la población mexicana, seguido por las maloclusiones.
“Las maloclusiones son alteraciones en la mordida, pueden ir desde la mala alineación de los dientes a un inadecuado tamaño o relación del maxilar y mandíbula. Y constituyen la tercera causa de morbilidad dental según la Organización Mundial de la Salud (OMS), de aquí su importancia para un diagnóstico preciso y oportuno”, señaló la Dra. Claudia L. Milán R, Cirujano Dentista, especialista en Odontopediatría.
Estudios epidemiológicos han mostrado que la maloclusión se presenta en tasas de prevalencia considerablemente altas, ya que el 60% de la población la desarrolla. Las investigaciones muestran que en niños de 4 a 5 años reportan prevalencia de 70-80 % que evolucionan hasta encontrar tasas de prevalencia de 96.4 % en adolescentes, señaló la odontopediatra.
FACTORES DE RIESGO PARA UNA MALOCLUSIÓN
Existen varias causas para favorecer la aparición de alguna alteración en la mordida, algunas de ellas no pueden controlarse como son los factores congénitos (herencia, tamaño de los dientes y tamaño de los huesos de la boca) o aquellos que pueden prevenirse como son factores adquiridos (uso prolongado de chupón y biberón, chuparse el dedo y caries dental).
¿CÓMO SABER SI MI HIJO NECESITA TRATAMIENTO?
Es muy importante llevar a los niños al odontólogo desde muy pequeños para un adecuado control de la salud oral, esta edad podría variar; sin embargo, a partir de los 6 años es donde el paciente comienza con la aparición de sus primeros dientes definitivos y es recomendable realizar una valoración con respecto a su mordida en la cual será necesario una revisión clínica y radiográfica para un adecuado diagnóstico, indicó la también coordinadora de la Especialidad de Odontopediatría en clínicas dentalia.
¿POR QUÉ COMENZAR UN TRATAMIENTO?
La visita al Odontopediatra nos ayuda para una detección precoz de alguna alteración en los huesos de la boca y posiciones de los dientes que podrían interferir en el crecimiento normal del niño.
Si se detectara una alteración, en la mayoría de los tratamientos se ofrece un pronóstico favorable, tiempos más cortos y con aparatología más sencilla, todo lo contrario a una atención tardía en donde la aparatología es más compleja con tiempos más prolongados puede requerir de extracciones dentales y en algunos casos será necesaria la cirugía.
Los beneficios de realizar un tratamiento temprano son:
- Favorece a un crecimiento y desarrollo facial adecuado.
- Evita asimetrías de la cara y boca.
- Corrección de maloclusiones.
- Eliminación de malos hábitos dentales.
- Crea espacio suficiente para los dientes permanentes.
- Mejora la posición de los dientes.
- Mejor respiración en algunos casos.
- Mejora estética.
- Favorece la higiene dental.
TIPOS DE TRATAMIENTO
Antes de comenzar el tratamiento se tomarán registros (radiografías, modelos y fotografías) y otras pruebas diagnósticas para verificar el estado de los huesos en los que se encuentran los dientes, observaremos el punto de crecimiento del niño para obtener un diagnóstico concreto y realizar la planificación eficaz de su tratamiento de manera individualizada según sus necesidades.
Ortopedia dentofacial
“Antes de comenzar con la alineación de los dientes debemos valorar que los huesos que sostienen los dientes cuenten con el tamaño adecuado y presenten un crecimiento ideal así como verificar que el niño no tenga la presencia de hábitos dentales o problemas respiratorios, de lo contrario se iniciará un tratamiento con ortopedia que es la encargada de retirar todos estos obstáculos y la cual deberá realizarse cuando los niños están en crecimiento y presentan tanto dientes de leche como permanentes , generalmente se realiza por medio de los famosos paladares, los cuales podrán ser fijos o removibles”, finalizó.
Fotos: Cortesía