Las mexicanas NO planifican su fertilidad como lo hacen con su carrera profesional

  • El 64% de las mujeres mexicanas considera que la edad ideal para la maternidad es entre los 30 y 35 años.

 

Las mujeres mexicanas enfrentan nuevos retos laborales, personales y familiares que las lleva a posponer su maternidad; sin embargo, con el paso de los años se enfrentan a problemas que no planearon. La pregunta es ¿existe un plan de maternidad?

Al posponer la maternidad se pueden presentar cuestiones de infertilidad, envejecimiento de sus óvulos, entre otros problemas que pueden solucionarse con reproducción asistida o con adopción.

De acuerdo con el estudio realizado por Ferring en México para Plan M, que busca dar apoyo a la sociedad, se muestra la transformación de las prioridades entre las mujeres de México.

Dicha investigación se dio a conocer en conferencia de prensa en donde participaron la Dra. Martha Luna Rojas, ginecóloga, obstetra y bióloga de la reproducción; el Dr. Jorge Rodríguez Purata, ginecólogo, obstetra y biólogo de la reproducción asistida; Vincent Payet, CEO de Ferring Pharmaceuticals México y Aldonza Vélez, madre de dos hijos.

Plan M realizó este Social Lab para conocer las preferencias actuales de las y los mexicanos, a través de la aplicación de cinco estudios: 1) Deep Digital Listening, donde el volumen de conversaciones fue de 732,022 menciones. II) Auditoría de medios: se analizaron 5,362 artículos. III y IV) Dos estudios cualitativos: cinco focus group con ocho participantes cada uno. V) Estudio cuantitativo con 1,000 encuestados.

Los análisis incluyeron cuatro grupos de hombres y mujeres de 20 a 35 años de nivel socioeconómico ABC+, profesionistas titulados o estudiando, sin hijos, para conocer su opinión y motivos para ejercer o no la maternidad y paternidad.

Entre las cinco preferencias de experiencia de vida de las mujeres mexicanas no se encuentra la maternidad; de hecho, viajar, estudiar y crecer profesional y personalmente ocupan los tres primeros puestos. Solo estos tres ámbitos representan poco más del 70% de las prioridades de las mujeres mexicanas.

La maternidad llega después de otras cuatro prioridades:

  • El emprendimiento
  • La adquisición de bienes raíces
  • Ser independiente
  • Casarse

El objetivo del estudio de Plan M fue conocer y entender las preferencias y prioridades que existen en México sobre la maternidad y la familia.

A continuación, presentamos algunos de las cifras, datos y conclusiones más relevantes que nos revela el Social Lab:

  1. A) Es importante destacar que la decisión de que las mujeres mexicanas estén posponiendo la maternidad no representa necesariamente que no deseen tener hijos. Sin embargo, el estudio desarrollado por Plan M muestra cómo, únicamente el 2.8% de las mujeres mexicanas, considera a la maternidad como una prioridad.

El estudio muestra dos caras de una realidad en México. El reconocimiento de la maternidad como una decisión personal y la influencia de factores en el ámbito personal-familiar cercano que influyen en el ejercicio de la maternidad. Por ello, la dicotomía entre tener hijos y desarrollar una carrera profesional ha ocasionado que nos preguntemos cuál es la edad ideal para ser madre.

De acuerdo con  los resultados de la encuesta, el rango donde se concentra el mayor número de respuestas (72%) es entre los 30 y 35 años, siendo más focalizado entre los 32 y 33, donde una de cada tres mujeres prefiere tener hijos a esta edad, debido a que considera que en ese momento pueden tener mayor estabilidad financiera y, posiblemente, una mejor carrera profesional.

Por su parte, quienes manifestaron posponer su maternidad después de los 35 años dijeron tener una mentalidad segura y tranquila respecto de su fertilidad, asumiendo que, llegado el momento, tendrá la capacidad de quedar embarazada y podrá sentirse segura de su gestación hasta el final.

Esto significa que la posibilidad de tener hijos se da por sentada y muchas mujeres desconocen los riesgos de infertilidad o fertilidad reducida. Lo anterior demuestra que las mujeres NO están planificando su fertilidad como lo hacen con su carrera profesional.

En este sentido, y a pesar de que para las mujeres mexicanas no es relevante tener una pareja para ser madres, sí destaca la influencia de la madre y la pareja como los dos factores que más influyen en su decisión, a pesar de que una mayoría, el 60%, considera que es una decisión personal.

  1. B) Por otra parte, las mujeres en México también destacan la abrumadora sensación de responsabilidad que sienten ante una posible maternidad, un aspecto que tienen muy en cuenta en la decisión de tener o no hijos, pues están conscientes del gran compromiso que significa.
  2. C) El estudio muestra cómo el desarrollo profesional-personal ocupa (y ocupará cada vez más) una de las prioridades más compartidas por las mujeres mexicanas. La estabilidad financiera, el emprendimiento y la adquisición de bienes raíces son tres aspectos importantes que representan, en conjunto, casi un tercio de las prioridades.

D) En este contexto, el estudio muestra cómo la idiosincrasia de la maternidad en México ha cambiado en los últimos años. Nos expone cómo, a pesar de que un 30% de la población estudiada afirma no desear tener hijos, el 66% (más de la mitad del grupo), sí considera cambiar de opinión en un futuro próximo.

  1. E) El estudio de Plan M incluye además dos subgrupos: a) hombre y mujeres LGBTQ+. Y b) mujeres de alrededor de 42 años, quienes han intentado empezar una familia y no lo han conseguido.
  2. F) El estudio muestra cómo las Técnicas de Reproducción Asistida (TRA) no son percibidas como un método para su posible fertilidad a futuro, independientemente de la calidad, seriedad y responsabilidad médica de la información adquirida.

Además, solo el 5% de las 2,472 conversaciones digitales en torno a la maternidad está relacionada con las TRA.

Plan M ofrece información para mujeres y hombres sobre su reloj biológico, información seria y responsable sobre el desarrollo de proyectos familiares, la planeación de la fertilidad y el conocimiento de las diferentes TRA con la finalidad de que obtengan herramientas necesarias que les permitan alinear sus sueños personales y profesionales, comenzando la planeación familiar, del tamaño y forma que deseen.

La infertilidad, un problema de salud pública

Los especialistas en reproducción asistida comentaron que la infertilidad es un problema de salud mundial que afecta al 15% de la población global, es decir, a unas 48.5 millones de parejas en el mundo, en México se estima que impacta a 1.5 millones de parejas, siendo el síndrome de ovario poliquístico (SOP) y la endometriosis gran parte de la causa. Sin embargo, se sabe que 40% de las causas es atribuible a las mujeres y el otro 40% a los hombres.

De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de cada cuatro parejas presenta un problema relacionado con la fertilidad.  La infertilidad puede ser primaria (nunca haber tenido hijos) o secundaria (que hayan tenido alguna pérdida del producto).

Indicaron que existen algunos métodos de reproducción asistida que se ofrecen en el sector público y que la subrogación de vientre sólo está regulada  en dos estados de nuestro país. Puntualizaron que los costos de la Reproducción Asistida van desde los 10,000 a 200,000 pesos, dependiendo del procedimiento; asimismo, el doctor Jorge Rodríguez comentó que se puede elegir el sexo del bebé gracias al conteo de cromosomas, el cual se realiza para determinar si existe algún padecimiento hereditario.

Reiteraron que los ginecólogos deben revisar los antecedentes familiares de la paciente, realizar exámenes de gabinete, una evaluación de ovarios y del endometrio;  en el caso de los hombre, sus órganos reproductores, conteo de espermatozoides, pruebas de laboratorio, entre otros.

La conductora de la conferencia, Claudia Cervantes, indicó que participó  en un protocolo de investigación para crear óvulos a partir de células madre,  cuyo primer paso fue realizarle un perfil de la hormona antimulleriana (AMH), la cual permite valorar la reserva ovárica y la fertilidad de la mujer a través de un examen de sangre. Con este procedimiento gestó a su bebé, convirtiéndose en la primer mujer mexicana en tener un hijo mediante este procedimiento.

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