El cáncer de mama en México tiene un componente social, puesto que los municipios menos marginados cuentan con 5.3 veces más mastógrafos que los municipios más marginados.
Un tratamiento oportuno contra el cáncer de mama puede elevar las probabilidades de supervivencia de las mujeres al 90% o inclusive más altas por lo que, en el marco del Día Internacional de lucha contra el Cáncer de Mama, especialistas urgen no solo a la detección temprana, sino al acceso a tratamientos contra esta enfermedad, la cual es la principal causa de mortalidad en mujeres a nivel global.
Al respecto, es importante señalar que la desigualdad en acceso a diagnóstico y tratamiento en México es uno de los principales focos en los que es necesario centrarse este año, ya que el cáncer de mama es el que provoca más años de vida perdidos ajustados en función de la discapacidad.
Por otro lado, las desigualdades sociales influyen de manera determinante sobre la incidencia y mortalidad por cáncer: las mujeres de estatus socioeconómico más bajo, residentes de zonas rurales y sin seguridad social tienen menos oportunidades de acceso a la detección temprana.
A esto se suma la distribución de recursos financieros, materiales, humanos y de infraestructura para el control de la enfermedad: por poner un ejemplo, los municipios menos marginados cuentan con 3.5 veces más especialistas médicos, 5.3 más mastógrafos y 5.1 veces más consultorios que los municipios menos marginados.
El cáncer de mama representa un impacto físico, psicológico y emocional en las pacientes y sus familias, que afecta profundamente su calidad de vida: “por eso en Pfizer hacemos énfasis en la importancia de empoderar a las pacientes para que cuenten con información oportuna, que les permita participar junto con sus médicos en su propio tratamiento”, señaló Francisco Olguín Sánchez, director Médico de Oncología de Pfizer México.
Más allá del diagnóstico oportuno, resulta igualmente importante la atención a las pacientes de 60 años y más, entre quienes se presenta el mayor número de muertes a consecuencia de la enfermedad, con 49.08 defunciones por cada 100 mil mujeres durante 2020 en nuestro país.
Es común ver campañas enfocadas a la detección temprana, sin embargo, también es importante considerar a las pacientes que se encuentran en etapas avanzadas de la enfermedad ya que, con un tratamiento eficaz y atención multidisciplinaria, hoy el cáncer de mama ya no es sinónimo de muerte, aseguró Olguín.
Cabe recordar que el objetivo de la Iniciativa Mundial contra el Cáncer de Mama, de la OMS, consiste en reducir en 2.5% anual la mortalidad mundial por esa enfermedad, con lo cual entre 2020 y 2040 se evitarían 2.5 millones de muertes a nivel mundial. En caso de cumplirse ese objetivo, para 2030 se evitaría 25% de las muertes por cáncer de mama entre las mujeres menores de 70 años, y para 2040 esa cifra sería del 40%. Ante este panorama consulte a su médico.