Gracias a la identificación de un nuevo biomarcador es posible predecir el desarrollo de COVID-19 grave, a fin de brindar a los especialistas médicos y científicos mejores herramientas para hacer frente a este padecimiento.
José Manuel Reyes Ruiz, graduado del Cinvestav, y sus colegas, Wendy Ramos Hernández y Marcos Del Rosario Trinidad, del Centro Médico Nacional “Adolfo Ruiz Cortines”, del IMSS, en Veracruz; en colaboración con Rosa María del Ángel, del Departamento de Infectómica y Patogénesis Molecular de este Centro, fueron parte de los investigadores que, desde los primeros meses de la pandemia por COVID-19 hasta la fecha han analizado, tanto a nivel clínico como molecular, el comportamiento del virus causante de la COVID-19.
La búsqueda de biomarcadores para muchas enfermedades se ha intensificado debido a que es una de las formas de identificar su progreso sin requerir gran cantidad de estudios ni ser tan invasivo. “Se deben entender (los biomarcadores) como moléculas generadas por el organismo durante el proceso de algún padecimiento, que ayudan a conocer sobre la evolución de la enfermedad en el paciente”, mencionó Rosa María del Ángel.
En el caso de la identificación del nuevo biomarcador para COVID-19 grave, este se determinó a partir de un análisis de muestras de biometría hemática y química sanguínea obtenidas durante los meses de abril a julio de 2020 de 109 pacientes con COVID-19 atendidos en el Centro Médico Nacional “Adolfo Ruiz Cortines”, del IMSS. Estos hallazgos, fueron recientemente publicados en la revista Scientific Reports Nature.
De acuerdo con Wendy Ramos Hernández, las muestras se obtuvieron de las y los pacientes ingresados. “Observamos que las personas con un alto índice leuco-glucémico (el cociente del conteo de leucocitos y los niveles de glucosa en sangre) tenían mayores complicaciones, de esa manera decidimos determinar si este índice podría predecir la gravedad de la enfermedad por SARS-CoV-2”.
Cabe destacar que la glucosa y los leucocitos se elevan como una respuesta metabólica a un proceso inflamatorio o infeccioso; así, en la selección de muestras se excluyeron a personas con antecedentes de enfermedades que modulen estas moléculas, a excepción de pacientes con diabetes, la cual es una condición con mayor riesgo ante COVID-19, por lo tanto, se incluyeron a personas con ese mal.
“Algunas diferencias encontradas respecto a los grupos de pacientes no graves y graves fue que tanto los parámetros de glucosa como de leucocitos tenían discrepancias estadísticamente significativas; permitiéndonos determinar al índice leuco-glucémico como un biomarcador para el desarrollo de COVID-19 grave”, comentó por su parte José Manuel Reyes Ruiz.
De acuerdo con el egresado del Cinvestav, para llegar a esa conclusión se realizaron análisis de regresión logística para determinar que el índice leuco-glucémico es un factor de riesgo para COVID-19 grave. Además, la curva ROC (Receiver Operating Characteristic), la cual permite identificar la sensibilidad y especificidad de predictores, demostró que el índice leuco-glucémico tenía una sensibilidad de 77.77% y especificidad de 72.60; con un punto de corte óptimo de 1.764, el cuál indicaba que los pacientes con un índice leuco-glucémico por encima de 1.764 tenían alto riesgo de desarrollar COVID-19 grave.
Esos resultados sugieren que el índice leuco-glucémico es un buen biomarcador para la COVID-19 grave, con especial énfasis en mujeres y pacientes que viven con diabetes, el cual se suma a otras moléculas previamente identificadas como biomarcadores de la enfermedad.
En ese sentido, Rosa María del Ángel enfatizó que, si bien la vacunación ha reducido considerablemente los daños generados por la infección, las variantes significan un nuevo reto. “Es necesario que la población, autoridades de salud y comunidad científica mantengan las acciones de cuidados e investigación hasta el decrecimiento constante de los casos”, consideró.