¿Sabes por qué es importante cuidar la postura de tu bebé?

Todas las experiencias y conocimiento que los bebés aprenden las adquieren a través de su entorno: sin embargo, existen diversas acciones cotidianas y “simples” que como padres o cuidadores hacemos a diario y que tal vez no nos percatamos del impacto que tiene en el desarrollo, como lo puede ser la forma en que se carga a los bebés o se les mueve.

Desde que nacen y hasta aproximadamente el año y medio de vida, los bebés pasan por 4 fases en las que adquieren diferentes habilidades y se enfocan en explorar, conocer y aprender; sin embargo, en gran medida están condicionados por la motricidad y el apoyo que como adultos les podamos dar.

Especialistas en fisioterapia consultados por Chicco, indican que, durante el primer año de vida, los bebés pasan por un proceso de readaptación, es decir, descubren las nuevas condiciones fuera del útero y aprenden a “manejar” libre e independiente de su cuerpo y nuestro apoyo y guía resulta fundamental.

0-3 meses: Durante esta etapa se desarrollan nuevas habilidades que involucran, principalmente el control de la mitad superior del cuerpo, en especial la cabeza, primer “centro funcional” de las habilidades intelectuales, visuales y de interacción relacional. Es aquí donde se debe tener mayor cuidado en el manejo del cuerpo del pequeño, por ejemplo:

  • Al cargarlo: asegúrate de brindar apoyo especial para mantener no solo la cabeza sino todo el eje del cuerpo alineado y estable.
  • Al ser movido: el niño apreciará ser "recogido" en las manos del adulto antes de ser levantado y movido lentamente.
  • Al estar boca arriba: el bebé debe mantener la simetría del eje del cuerpo.

Puedes apoyarlo brindando un ambiente acogedor o contenido, lo cual puedes lograrlo colocando soportes o cojines a los costados.

  • En posición semi-reclinada: debes asegurarte de estabilizar al bebé y mantener el cuerpo alineado colocando un “rodillo en forma de U alrededor del cuerpo” (hasta los hombros).
  • Al estar boca abajo: esta postura no debe ser cuidada únicamente durante las horas de sueño, especialistas consultados por Chicco recomiendan que esto puede fomentarse desde el principio, inicialmente en el hombro y el cuerpo del adulto, luego en la alfombra de juego y el cambiador (bajo la supervisión de un adulto en todo momento) y gradualmente extender el período de ejercicio hasta por lo menos 15 a 30 minutos por día a las 7 semanas.

6-9 meses: Esta fase está marcada por la capacidad de sentarse de forma autónoma, la transición de una posición a otra y el manejo del movimiento horizontal, torpemente al principio (arrastrar) y luego con movimientos cada vez más organizados (gatear, moverse en una posición sentada, etc.). A esta edad, el bebé pasa mucho tiempo en posición semirreclinada ya que le gusta mirar a su alrededor, producir sonidos y patear. Por ello, es importante prestar especial atención a su bienestar físico y postural en esta posición.​

Notarás que la parte motora de tu pequeño no necesita tanta contención como antes, ya que tiene un mejor control sobre sí mismo; sin embargo, todavía necesita apoyo para la parte inferior del torso cuando está en posición vertical o semivertical (sostenido en los brazos o en una cuna/cochecito reclinado).

En esta etapa estará más dispuesto a pasar tiempo "boca abajo" y para fomentarlo de forma correcta puedes practicar los siguiente:

  • Agregar actividades regulares de juego
  • Fomentar actividades relacionales en posición prona junto con otras posiciones, esto, además, ayuda a otras posturas y funciones motrices.
  • Incluir el uso de carritos, esto ayuda a tu pequeño a garantizar la correcta alineación de la columna vertebral y fomentar la estabilidad postural y motora.

Existen dos riesgos de suma importancia que están ligados a la postura del y que como padres o cuidadores podemos prevenir y evitar problemas en el desarrollo: la plagiocefalia, que es el “síndrome de la cabeza plana”, es decir, la deformación de una parte de la cabeza por aplanamiento causado por permanecer en la misma posición durante un período prolongado de tiempo y otro riesgo es el reflujo.

Si el bebe sufre de reflujo, es necesario mantenerlo en posición vertical durante unos 20-30 minutos después de las comidas y dejando la cabeza libre para girar.

Los cuidados para tu bebé nunca terminan y es importante conocer cómo debemos avanzar junto con su desarrollo, de modo que le brindemos la mejor experiencia y seguridad durante su infancia.

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