Cada vez son más las personas que se preocupan por mejorar su sonrisa y acuden a especialistas para conseguirlo. De acuerdo con la Academia Americana de Odontología Pediátrica, la primera consulta dental de un niño debería ocurrir cuando cumpla 1 año de edad. Esta tiene, ante todo, la intención de conocer al dentista e iniciar toda una vida de buena higiene bucal.
Posteriormente, entre los 6 y los 12 años los niños ya tienen una “dentición mixta”, lo que quiere decir que, en esta etapa, su sonrisa está conformada por dientes temporales y definitivos. En este momento, el ortodoncista ya puede ver si los dientes “encajan” bien, es decir, si la manera de morder es la correcta, y en caso de que no lo sea, empezar a prevenir problemas potenciales a futuro.
Así que, el tratamiento de ortodoncia se inicia cuando los dientes temporales ya han sido reemplazados por los permanentes, lo que suele suceder alrededor de los 11 o 12 años (aunque de un niño a otro puede variar). Hay diversos tipos de brackets, por lo que el dentista sabrá cual es el apropiado para cada persona.
Cabe destacar que si se detectan y corrigen problemas dentales a partir de dicha edad, se favorece un crecimiento correcto de los dientes. Además, el uso de la ortodoncia mejora la respiración nasal y, por tanto, la calidad del sueño. También, al poder realizarse una mejor masticación, mejora la digestión y previene el desgaste dentario.
Los especialistas cuentan con tratamientos novedosos de ortodoncia digital que se adapta a tu estilo de vida, ya sea con alineadores invisibles de última generación como los Cryst Aligner, o Smile System, brackets inteligentes que te harán olvidarte de las ligas tradicionales, logrando resultados en menor tiempo, de acuerdo con cada edad.
Todas las sonrisas tienen una historia detrás, por ello es de suma importancia disfrutar de todo lo que te hace sonreír sin miedo o pena al hacerlo.
Fotos: Cortesía
Con información de B360.