Entender los cambios que se dan cuando una persona es diagnosticada con una enfermedad grave como puede ser cáncer o Alzheimer puede ser devastador para la familia. En el caso de los niños, comprender este proceso es aún más difícil emocionalmente.
Existen técnicas que ayudan a los niños a lidiar con sus emociones ante la enfermedad de un ser querido, es importante que ellos entiendan que la enfermedad ira progresando y la familia tendrá que acoplarse rápidamente a esta nueva forma de vida.
Para tener conversaciones enriquecedoras con las que los niños se sientan incluidos en todo el proceso, te recomendamos las siguientes técnicas:
- La familia debe tomarse el tiempo para reconocer y comprender lo que están sintiendo sin hacer juicios. Escribir los sentimientos es una manera de identificar el pesar que se vive. Es importante que antes de hablar con los niños, sepamos cuales son sus emociones.
- Haz una reunión familiar para hablar del tema, que sea divertida, sin formalismos que estresen más a la familia, al enfermo y a los niños.
- Explícales de manera muy sencilla lo que está pasando, deja claro que es algo que simplemente sucedió y no es culpa de nadie y mucho menos de ellos. Como adultos hay que ser comprensivos y pacientes, darles tiempo para compartir sus sentimientos.
- Trata de estar presente siempre que el niño esté con su familiar enfermo. Especialmente los pacientes con Alzheimer tiene dificultad para reconocer a las personas o recordar sus nombres, los adultos pueden ayudar presentándole al niño como si fuese la primera vez que se conocen.
- Tengan una caja de preguntas, esto da a los niños la libertad escribir sus pensamientos y preguntas y ayuda a que las conversaciones sean más naturales y fluidas. La caja de preguntas también permite que los niños coloquen preguntas incómodas que no se atreven a hacer cara a cara con los padres o con sus hermanos.
- Después del encuentro entre el niño y su familiar enfermo es bueno preguntarle al niño cómo se siente, si no desea contestar respeta su silencio y recuérdale que tiene la caja de preguntas.
- Haz los cambios necesarios tan despacio como sea posible. La rutina diaria de la familia se verá afectada conforme la enfermedad vaya evolucionando. Hacer los cambios de manera lenta ayuda a crear una nueva estructura en los niños y así ellos percibirán que la vida puede seguir siendo normal.
- Está pendiente de los cambios de conducta del niño, si presenta cambios en sus patrones de alimentación o de sueño, puede indicar que está teniendo problemas en lidiar con sus sentimientos.
- Haz equipo con los maestros, doctores y demás personas con las que convive, así sabrá que en cualquier momento tiene un apoyo donde preguntar o desahogarse
- Motívalo a pasar tiempo con su ser querido. Trata de mantener las tradiciones y celebraciones familiares, si es necesario cambiar la fecha de alguna celebración platíquenlo antes y pregúntale a qué día le gustaría pasarlo
- La ayuda de un psicoterapeuta puede ser de gran ayuda cuando se presentan cambios muy plausibles en la conducta de los niños afligidos.
Las enfermedades son como el alfabeto, la letra A es el diagnóstico y la Z el final de la enfermedad, entre el principio y el fin hay una gran cantidad de letras, algunas representan momentos difíciles y otras momentos felices que son los que hay que atesorar y recordar para siempre.